No es coyuntural, es endémico. No guarda relación con los tiempos recientes, sino que proviene desde hace ya más de una década. Y la solución final aparece tan lejana como el recuerdo de los buenos tiempos de relacionamiento pacífico entre la patronal y el personal de trabajo.
La situación en Frigocerro Sociedad Anónima suma un nuevo capítulo, y presenta particularidades que lo remarcan sobre sus más inmediatos antecedentes. En este caso, julio de 2022, la gremial FOICA decidió llevar el conflicto a niveles nacionales, macro.
La magnitud de los problemas se nutre de posiciones encontradas, pero fundamentalmente de situaciones irregulares que se tornan insostenibles para los empleados del frigorífico de la ciudad de Durazno.
Pagos en negro, amenazas, despidos, contrataciones inmediatas, persecución sindical. Según las declaraciones del presidente de la Federación Obrera de la Industria Cárnica y Afines, hay otros elementos que definen llevar este diferendo a escala país.
El Plenario Intersindical de Durazno –tal como lo publicamos en nuestra pasada edición- sumó adjetivos. “Esclavitud”, dijeron los sindicalistas del centro del país, y es un término que no sorprende a muchos en la empresa que dirige el Contador Diego Ortíz.
El eterno conflicto ha recorrido todas las esferas posibles, desde el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social hasta la propia Secretaría de Presidencia de la República, pasando por ámbitos como el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, las cámaras empresariales, los gobiernos departamentales de turno.
De hecho no es menor el golpe que por elevación recibe el intendente Carmelo Vidalín, una y otra vez. Se le endilga el hecho de que aún hoy, una década y media más tarde, el frigorífico goza de exenciones de impuestos, declaraciones de interés departamental que no hacen otra cosa que beneficiar las arcas de la industria Frigorífico Durazno SA y sus principales.
Vidalín, quien ha estado antes y está ahora en el sillón comunal, no ha tomado decisiones al respecto, y en la misma línea la inacción ha obrado desde la Junta Departamental de Durazno. Los sindicalistas reclaman que una empresa con tantas sanciones, multas económicas millonarias, amonestaciones desde distintas inspecciones estatales, no debería ser una empresa de interés departamental ni mucho menos. “Se la premia, cuando en realidad se la debería sancionar”, relata una fuente sindical local.
En record
Martín Cardozo está de licencia, pero ello no le impide emitir declaraciones al respecto de este conflicto. El presidente de FOICA aún dispone de una semana de vacaciones, pero no ha estado ajeno a este nuevo estadio de problemas.
“Que le pague en negro a los trabajadores, que no pague el presentismo, que se despida injustificadamente y luego te retome. Es una persona con desprecio al trabajador y más al sindicalizado. Son personas que trabajan 14 horas, y se les reprime, a los sindicalizados y a los que no lo están, a toda la plantilla. Es contra todos los trabajadores y esto se debe a la necesidad y a la falta de trabajo del departamento y del país. No le vemos la salida a la situación del dueño de la empresa, el señor Ortíz. Nosotros vamos a involucrar al gobierno porque tiene muchas facilidades del gobierno departamental, alguien debe ponerle freno a estas cuestiones”, dice Cardozo.
Mientras en los escritorios del MTSS y del MGAP se suman expedientes con denuncias, testimonios de aquellos que las realizan y de los que se defienden, la industria como tal continúa trabajando y lo hace a buen ritmo.
Esa febrilidad se nota desde las estadísticas del Instituto Nacional de Carnes, que muestran a Frigocerro en un segundo nivel de faena de ovinos, apenas por detrás de Frigorífico San Jacinto (Nirea SA) del departamento de Canelones.
Entonces, ¿cómo se explica?
Del mismo modo, esta suerte de pagos en negro, ¿cuenta con la aceptación de los trabajadores que reciben su salario de forma irregular?
Martín Cardozo respondió así al colega Martín Maidana, de El Espectador.
“Cuando no tienes gremio y trabajo, es esto o nada. Cuando empezamos a tener contacto en enero del 2022, cansados de que no existen las 8 horas, lo primero que le planteamos era cómo iban a recibir el pago en negro. Y te plantean que es eso o nada, y se entiende. El día que dijeron que no aceptaban más recibir esta plata por fuera, los despidieron. El abogado de la empresa dijo en una instancia tripartita, que son bonificaciones. Eso está en actas del Poder Ejecutivo. Lo planteamos en el Ministerio pero nos dicen que no pueden actuar de oficio, es algo que debe corroborar la Inspección General del Trabajo. Básicamente es esto lo que hay o nada, y la gente termina agarrando por necesidad. Es lamentable pero es así, en una empresa exportadora que viola todos los convenios. Lo saben desde las cámaras, como me dijo Daniel Beleratti –que tiene a Frigocerro en su cámara- ¿qué queres que haga? Si ellos no pueden hacer nada, lo haremos nosotros los trabajadores. Si esa es una respuesta del presidente de una cámara que tiene un frigorífico dentro de la misma que le paga en negro a los trabajadores, estamos en el horno”.
