El Museo Histórico Casa de Rivera recibió la donación de tres guitarras del reconocido concertista duraznense Julio Martínez Oyanguren, las que se exponen desde la jornada pasada en sus vitrinas.
Se trata de tres instrumentos que el eximio guitarrista utilizó en su extensa carrera como intérprete de la guitarra clásica, también denominada española.
El licenciado Óscar Padrón, quien ha mantenido un vínculo con la familia del concertista, especialmente con su hijo Julio, dijo a El Acontecer que dichos instrumentos estaban en poder de su nieta Alicia Martínez Todeschini, que lo contactó hace unos tres años.
“Me comunicó que ella tenía en propiedad esas guitarras y que consideraba que tenían que volver de alguna manera a Durazno, que había sido la tierra de su abuelo, donde había comenzado su brillante carrera”, indicó.
“Él siempre siguió vinculado a Durazno y, después que triunfó en Estados Unidos, volvió a vivir acá, o sea que nunca se desprendió de su ciudad natal. Me pareció realmente muy loable de parte de la nieta, que además no tenía ninguna aspiración económica por esas guitarras. Luego llegó la pandemia y eso nos demoró el trámite, después las reformas del museo y finalmente ahora sí podemos poner en exhibición estas tres guitarras que pertenecieron a Julio Martínez Oyanguren”, agregó. Y comentó que se exhibirán siempre de a dos.
Amigos de la Música Julio Martínez Oyanguren, un lugar a recuperar
El patio central del museo lleva precisamente el nombre del destacado músico.
Al respecto, Padrón expresó que lo que se hizo fue respetar “lo que el pueblo de Durazno y, en ese caso, las autoridades del Club Uruguay (hoy Museo Histórico) hicieron en 1941.
Cuando Julio Martínez Oyanguren vuelve ese año, da un concierto en ese salón. Entonces, las autoridades del club deciden homenajearlo y ponerle su nombre al patio central, colocando la placa que aún se encuentra en el lugar.
Es de destacar además que el Dr. Ernesto Filippini Rossi impulsa, en ese mismo año, el nacimiento de la asociación Amigos de la Música Julio Martínez Oyanguren, que se encuentra cerrada, siendo una institución emblemática de la cultura duraznense, asociada al regreso de Martínez Oyanguren y a la tarea realizada por Filippini Rossi, Raúl Evangelisti y otros, como todo el movimiento coral que allí nació”.
La casa de esta asociación, que se ubica en la esquina de calles Wilson Ferreira y Rivera, está cerrada desde hace varios años. Los integrantes de la última comisión que la administró intentó una importante reforma para modernizar el lugar, que quedó sin concretarse por problemas con la empresa a cargo, sin hallarse una solución hasta el presente.
Un valioso lugar que debería recuperarse por parte de la comunidad duraznense o las autoridades departamentales.
Valiosos instrumentos
En esta oportunidad se exhibe una guitarra fabricada por el afamado taller José Ramírez, de Madrid.
“Tiene una historia muy linda. Esa guitarra se la obsequiaron, la usó muchísimos años y luego tuvo la mala fortuna de extraviarla. Años después le volvieron a regalar otra idéntica, que es la que se exhibe, construida en 1907”, dijo el director del museo.
La otra es una guitarra de Vicente Tatay, “famosa casa de música de Nueva York, posiblemente construida entre los años 1934 al 1941, período de tiempo que él vivió en los Estados Unidos”, agregó.
La tercera guitarra, que se exhibirá más adelante, fue construida por el destacado luthier uruguayo Juan Carlos Santurión, en el año 1952.
“Es realmente muy valioso que estos tres instrumentos ahora pasaron a formar parte del acervo público del museo, de la Intendencia Departamental”, indicó.
