Al lector, una pregunta. ¿Sabía que en el departamento de Durazno está ubicado el mayor banco genético vitícola del Uruguay?
Personalmente no lo sabía, y es difícil de imaginar a partir de la tradición vitícola de ciertas regiones –se me ocurre Canelones, Colonia- o el presente cercano al vino de otras zonas –Maldonado, Soriano, por ejemplo-.
La novedad la presentó en 2019 el periodista, artista plástico y sommelier uruguayo Linng Cardozo, quien dirige la página web lacataencasa. Tres años más tarde, guarda vigencia absoluta.
La piedra fundamental, o la uva principal, la sembró Faraut, al crear el mayor banco de cepas vitícolas del país en la zona de Villa del Carmen.
La villa, que ahora será ciudad, atesoró su mayor crecimiento entre los años 1907 y 1930. Por entonces fue Andrés Faraut quien comenzó la plantación de viñedos. Este ciudadano francés recaló en el centro del Uruguay y fundó en 1922 una bodega y viñedo en El Carmen.
Pasaron algunos años, creció y en 1927 producía un total de 6.306 litros de vino. De ahí en más la Granja Faraut se convirtió en el centro laboral de la localidad y los éxitos y fracasos de esta empresa repercutieron en la prosperidad o la crisis de la villa, acota el especialista.
Linng Cardozo cita en su informe al enólogo Pedro González, oriundo de Villa del Carmen.
“Desde prácticamente su fundación se ha asociado al Carmen con la elaboración de vinos de alta calidad, quizás por su suelo particular arenoso, con subsuelo arcillo calcáreo, o por su micro clima particular. Lo concreto es que desde hace más de 100 años se cultivan viñedos en la región, y estos viñedos tienen una historia particular”.
Es precisamente en el Centro Vitis Ltda, propiedad de González, donde se ubica el mayor banco de cepas vitícolas del Uruguay.
Según narra el especialista, la firma fue iniciada por el padre de Pedro y hermanos hace más de 20 años. Tras su fundación, la empresa se renueva de la mano de los franceses Jean Pierre Bouillac y Danielle Chambaraud, quienes se apasionaron con la historia vitícola del Carmen y su pasado francés.
Desde hace años
En 2019 la empresa producía 200.000 plantas anuales de injertos certificados libres de virus, en seis portainjertos diferentes y más de treinta variedades con diferentes objetivos. “La diversificación de la producción posibilita ofrecer plantas dentro y fuera del país, con destino Brasil, Perú, México, en primera instancia. Los planes incluyen un incremento en los próximos años de más de 4 veces las plantas actuales, con exportaciones crecientes. En cierta medida estoy retomando la pasión de mi padre, quien llegó a tener en su viñedo 89 variedades distintas de vid, que yo mantengo celosamente, y que ya he incrementado”, señalaba González al portal de noticias Montevideo.
Con formación en Uruguay, España y Francia, González advierte que el mercado uruguayo pide cepas diferentes a las conocidas Tannat, Cabernet Sauvignon o Merlot. “Estoy convencido que así como Marselán o Arinarnoa en tintas y Albariño en blanca, están recogiendo gran aceptación tanto de bodegueros como de consumidores, hay muchas variedades en el mundo que podrían tener un comportamiento excelente, y producir vinos comercialmente más exitosos que el Tannat”, añade.
Variedades e investigación
Para construir ese banco que lidera la tendencia vitícola del país, se necesitan muchas variedades. Por ejemplo, Tannat, Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Petit Verdot, Marselan, Arinarnoa, Pinot Noir, Syrah, Malbec, entre las tintas, y Chardonnay, Albariño, Sauvignon Blanc, Viognier, Ugni BLanc, Arriloba, Petit Manseng, Torrontes, entre las blancas, o Cardinal, Prima, Red Globe, Ribol, Muscat de Hambourg, Isa, entre las de mesa o Concord, Cora, Bordo, entre las de jugo. También aparecen las menos difundidas del mercado, el caso de Anchellota, Teroldego, Touriga, Sangiovese, Lachrima Christi, Palomino, y otras.
Términos como ‘clones’, ‘espumosos’, ‘tintos’, ‘multiplicación’, ‘patentes’ son comunes a este emprendimiento ubicado en nuestro departamento, un lugar desde donde la investigación colabora con la expansión de mercados.
“El equipo debe actualizarse, agrandarse, tecnificarse, y crecer, pero sin perder de vista la pasión. En ese camino vamos desde El Carmen, descubierto por un francés hace más de 100 años, pero con la misma pasión de hoy”, concluía el carmense González en su entrevista.
Aquel orgullo de hace 3 años, continúa vigente en 2022.
La pasión por el vino, desde El Carmen al mundo
“La pasión que sentimos por la producción vitícola y enológica nos hace abrazar esta actividad en un sentido más amplio, y por este motivo, hemos incorporado desde hace ya algunos años, nuestra propia producción de vinos finos, y más recientemente, sumamos el abastecimiento de selectos insumos para sus viñedos”, escribe Pedro González desde la página web del Centro Vitis, una empresa que relaciona zonas como Villa del Carmen, San José y Canelones.
El enólogo González es el director, Jorge Saldombide también funge en esta calidad, al tiempo que Cleito Santo es presentado como encargado comercial del mercado de Brasil. Washington González es el director comercial.
La empresa presenta una gama de injertos soldados a raíz desnuda producidos en Uruguay. Cuenta con 6 variedades de portainjertos propios, certificados libres de virus, para adaptarse a diferentes tipos de suelos. Mas de 40 variedades y más de 60 clones diferentes de viníferas para vino, jugo, o de mesa, de bloques propios, todos controlados por servicios oficiales del INASE-MGAP.
