La llegada del primer tren cargado con celulosa, proveniente de la planta procesadora de UPM ubicada en Pueblo Centenario, ha despertado inquietudes tanto en el gobierno nacional —que esta tarde conmemora el arribo del convoy al puerto de Montevideo— como en los movimientos ambientalistas del país, sumamente críticos con el Ferrocarril Central.
El Movimiento por un Uruguay Sustentable (Movus) emitió un comunicado este lunes 1 de abril, el día en el que corrió el primer tren desde el centro del país hacia el sur, con destino a la terminal portuaria.
“Estas son las cosas que no se van a decir mañana cuando miembros del gobierno actual y del anterior, celebren junto con los ejecutivos de UPM y los empresarios beneficiados por la construcción del tren de UPM la llegada de la celulosa desde una Zona Franca a la terminal de UPM en Montevideo”, expresa el comunicado remitido este primer día de abril.
Allí Movus plantea varios aspectos que difieren en un cien por ciento con los comunicados y las versiones oficiales vinculadas al Ferrocarril Central, surgidas desde la empresa UPM y desde el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP).
Punto por punto
No es el Ferrocarril Central
Los ambientalistas dan cuenta de que la nueva vía no cruza el Río Negro, no llega a la ciudad de Paso de los Toros; va solo desde la planta de UPM en Centenario hasta la entrada de la terminal celulósica de UPM en Montevideo; por tanto, lo consideran y denominan “es el tren de UPM”.
El tren de UPM circulará a 47 km/h
Las versiones oficiales argumentan que el nuevo tren alcanzará una velocidad de 80 km/h. “Eso puede pasar en algunos tramos rectos, pero las limitaciones impuestas por el inconveniente trazado de la vía, que mantiene curvas pronunciadas y largos trayectos dentro de áreas urbanas, limitan la velocidad media del tren de UPM a 47 km/h. Los trenes de UPM, los de primera prioridad, los más rápidos, demorarán 5 horas 45 minutos en recorrer los 270 kmts entre la planta de UPM en Centenario y la terminal de UPM en Montevideo”, se expresa.
El costo del tren de UPM supera los 3.000 millones de dólares
“Comenzando de un presupuesto de 800 millones, la empresa constructora dice que le costó 1.000, pero en 15 años, sin justificación financiera alguna, los uruguayos le pagaremos más de 2.500 millones por la vía. Además, le pagaremos casi 200 millones por obras públicas relacionadas y 90 por mantenimiento. A eso se suman costos para las intendencias, expropiaciones y otros que superan los 3000 millones. El gobierno ya reconoció en el parlamento un costo de 2.982 millones de dólares”, reza el texto remitido a la redacción de El Acontecer.
Estamos pagando el tren de UPM desde hace un año y medio
En otro pasaje del comunicado se indica que, aunque el tren —en su obra macro— no se terminó y solo ahora comenzaría a funcionar, “le pagamos al consorcio constructor desde octubre de 2022 por todos los tramos terminados. El pago bimensual se hace en porcentaje de los más de 500.000 dólares diarios que se pagarán por la obra durante 15 años”.
Los trenes químicos de UPM circularán entre las casas de la gente
Para el colectivo ambientalista nacional, “la circulación del tren de UPM, incluso los trenes cargados con cientos de toneladas de productos químicos peligrosos, se hará sin respetar distancias mínimas y sin contar con barreras de contención”, aludiendo al pasaje por aquellas localidades ubicadas al sur de Pueblo Centenario.
La nueva traza recorre Carlos Reyles, Durazno, Goñi, Puntas de Maciel, Pueblo Barceló, La Cruz, Florida, Berrondo, 25 de Mayo, Cardal, 25 de Agosto —todo ello en los departamentos de Durazno y Florida—, para ingresar a Canelones por la zona de Santa Lucía, la ciudad de Canelones y el ingreso al área metropolitana.
La única ciudad que logró ubicar un bypass que trasladó el nuevo trazado por fuera de la trama urbana es Sarandí Grande.
El tren de UPM es diésel
El combustible que alimenta y moviliza las máquinas es el diésel, y desde Movus se argumenta que en el resto del mundo se desarrolla el transporte eléctrico.
“El tren de UPM es un tren diesel, contaminante y que depende del petróleo para funcionar. Los cambios introducidos al proyecto en la profundidad de las trincheras hacen muy difícil que pueda algún día ser electrificado”, concluye el comunicado que lleva la firma y el contacto de Raúl Viñas y Ana Filippini.