En una conmovedora sesión de la Junta Departamental de Durazno, se rindió un emotivo homenaje a la memoria de Ana Casanova, una destacada figura que dejó una huella imborrable en la comunidad. La sesión se llenó de recuerdos, gratitud y admiración por la vida y legado de esta querida mujer.
A través de las palabras de varios oradores, se destacó la contribución invaluable de Ana a la sociedad duraznense. A pesar de su partida repentina, sus acciones ejemplares y su impacto perduran en la mente y los corazones de todos los que la conocieron.
Ana Casanova fue descrita como una esposa, madre y trabajadora ejemplar que dedicó su vida a apoyar a otros. Su incansable labor en beneficio de la sociedad, así como su actitud positiva y afectuosa, la convirtieron en un faro de inspiración para aquellos que la rodeaban.
Su compromiso con la comunidad se manifestó en diversas formas, desde el apoyo a los jóvenes y sus proyectos, hasta su papel pionero como periodista en la televisión local. También dejó su huella en el ámbito deportivo al convertirse en la primera mujer presidenta del club Atlético Wanderers en Durazno.
Ana también demostró una notable valentía al enfrentar desafíos personales, como su lucha contra la diabetes. A pesar de las dificultades, siempre encontraba una manera de brindar alegría y apoyo a los demás.
En palabras de uno de los presentes, Ana era recordada como una “persona noble, sencilla y maravillosa” cuya ausencia ha dejado un vacío profundo en la comunidad. Su espíritu y su dedicación a hacer el bien resonarán en la memoria colectiva de Durazno.
El homenaje culminó con un abrazo colectivo a la familia de Ana, un gesto de gratitud y solidaridad en este momento de duelo. Aunque Ana ya no esté físicamente presente, su legado perdurará y seguirá inspirando a todos los que buscan contribuir al bien común y mejorar la sociedad.
Durante esta emotiva sesión, se demostró el impacto positivo que Ana Casanova tuvo en la vida de muchos, subrayando la importancia de su legado en la historia de Durazno.