En la sesión ordinaria pasada, la Junta Departamental reconoció al doctor Luis Ayçaguer por su compromiso y trayectoria en el ejercicio de la medicina y la gestión pública.
El homenaje fue solicitado por el presidente del Cuerpo, el edil colorado Julio Marcenal, y avalado por la Comisión de Salud de la Junta.
Durante el acto hicieron uso de la palabra varios ediles y se entregó una placa en su homenaje.
Medio siglo
Marcenal expresó que el 13 de junio de este año Ayçaguer cumplirá medio siglo ininterrumpido de “dedicación, estudio, desvelos, preocupaciones por el bienestar de sus pacientes”. Recordó que su actividad médica se desarrolló en varios lugares: Montevideo, Paso de los Toros, su ciudad natal, y Durazno. “Ha desempeñado su especialización como ginecólogo con absoluta igualdad de trato y atención entre quienes han sido sus pacientes, tanto en la salud privada como pública”, añadió.
En Durazno, fue director del hospital Emilio Penza del 2002 al 2005, “donde se notaron claramente las mejoras en cuanto a gestión y atención del hospital Durazno. Ocupó el cargo de intendente departamental desde julio de 2014 hasta el cambio de mando, en 2015. En marzo de 2020 asume como director departamental de Salud, historia reciente que todos conocemos y de la que basta con decir que Durazno ha sido el departamento con mayor índice de inmunización contra el Covid-19”.
Don de gente
“También es objetivo de este homenaje —y creo que el objetivo principal— su calidad humana, su don de gente”, expresó el edil colorado.
“El vivir permanentemente preocupado por mejorar la calidad de vida de todos los duraznenses. Su desvelo por mejorar la atención a los pacientes de la salud pública hizo que muchísimas veces de su propio peculio se adquiriera instrumental de última generación necesaria para el ejercicio de la medicina, no solo la ginecológica. Basta recordar algunos casos que fueron de conocimiento público como la remodelación de la sala de maternidad del hospital Durazno, la adquisición de sillones cómodos para los acompañantes de los pacientes, la donación de equipamiento oftalmológico —que hizo que el hospital contara nuevamente con el servicio de oftalmología desde el 2020— o la reciente donación de camas articuladas y otros materiales para maternidad, y muchas otras colaboraciones o donaciones que, obviamente, han quedado como anónimas.
Su filantropía lleva hasta a la creación de una fundación isabelina para discapacidad con asistencia en Paso de los Toros y en Durazno, con aportes y ayuda a Panitea, etc.
Es por esto que la Junta Departamental tiene el honor hoy de rendirle este homenaje y hacer entrega de una placa recordatoria”.
Agradecimiento
Varios ediles del Cuerpo destacaron la tarea desarrollada por Ayçaguer.
Carlos Torres (PN) agradeció el aporte a la sociedad. Recordó que cuando fue intendente “donaba todo su sueldo para diferentes instituciones que tuvieran que ver con la discapacidad”.
“Ojalá haya más personas como usted, doctor”, dijo el también nacionalista Martín Vidalín.
“En nombre de los funcionarios de la salud y de la Dirección Departamental de Salud, estamos muy agradecidos por la gran colaboración que ha hecho para el hospital Penza”, señaló Fabián Barceló.
El cabildante Carlos Kuster lo definió como “de las personas que en la función pública nunca se valió de ella para obtener beneficios personales o profesionales, sino que, por el contrario, siempre puso a disposición de la función, no solo su trabajo profesional, reconocido y altamente calificado, sino que además de su peculio personal ha hecho aportes materiales de equipos de altísimo valor económico y que todos benefician a los pacientes duraznenses”.
Inés Colina se mostró agradecida por la “humanidad” del homenajeado.
Graciela Fagoaga expresó que “sería muy grato para todos que la sala de maternidad lleve su nombre”.
Julio Díaz habló de un reconocimiento “merecido y muy justo”.
La también vidalinista Daniela Moreira sostuvo que “la gente valiosa siempre permanece en lo que somos, en lo que dejamos y en lo que enseñamos con la presencia”.
Un justo y merecido homenaje
A través de una carta dirigida a la presidencia, el intendente Carmelo Vidalín se sumó al “justo y merecido homenaje a Ayçaguer. Representa a una de las profesiones más nobles y valientes, ya que siguiendo el juramento hipocrático los médicos, con gallardía, luchan a diario por defender la salud de sus pacientes. No solamente es justo agradecer la eficiencia de su labor, la cual se evidencia en su excelente trayectoria, sino también su calidad humana, que demostró con su trato tan cercano y profesional a sus pacientes”.
“En nombre del gobierno departamental, queremos insistir en nuestro total agradecimiento por cada uno de los momentos difíciles que tuvimos que atravesar en medio de una pandemia sin precedentes, donde nos guió, compartiendo información y la confianza necesaria en medio de una situación tan crítica de la que salimos adelante”, añadió el titular del ejecutivo.
“Yo no di, recibí; debo mucho aún; tengo mucho que pagar a Durazno”
Sorprendido por el homenaje, el doctor Luis Ayçaguer manifestó que lo vivido “excede largamente los merecimientos que yo he hecho durante mi carrera. Llevo 45 años que vine casualmente, fortuitamente, por un amigo del alma que era el doctor Jorge Traivel, que un día me encontró en Montevideo y me dijo: ‘tu lugar es Durazno’, nunca lo pensé y así fue, y me vine. Creo que el lugar era Durazno porque los viví intensamente a estos 45 años. Durazno me dio todo, todo. Soy un agradecido de Durazno, siendo que nací en Paso de los Toros, pero fui un hijo adoptivo privilegiado, porque todo lo que pudiera querer una persona en Durazno, Durazno me lo dio. Pero me dio lo más preciado: las familias me entregaron la responsabilidad de traer a innumerable cantidad de hijos, en ese momento tan difícil que es el parto, donde hay timideces, hay dudas, hay interrogantes. Me dieron a mí la responsabilidad de traer los hijos, hijos que son mis hijos, biológicamente no los tuve, pero tengo todos los hijos de Durazno, que son mis hijos del corazón”.
“Sería muy largo hablar de lo que he vivido en Durazno y creo que este acto excede largamente mis merecimientos. Creo que era mi obligación trabajar intensamente en pro de la sociedad de Durazno, no solo como médico, sino como integrante de una comunidad, y como integrante de una comunidad creo que hay que dar y recibir, y esto es un intercambio”, añadió.
“Yo no di, como dicen ahí, yo recibí; yo debo mucho todavía; tengo mucho que pagar a Durazno. No me va a dar la vida para hacerlo, de manera que voy a seguir trabajando y voy a tratar, en lo posible, de seguir dando, porque eso es lo que enriquece espiritualmente. Yo soy espiritualmente rico y eso es lo más importante que puede tener una persona. Muchas gracias, no tengo palabras para agradecerles”, finalizó Ayçaguer muy emocionado.