Desde hace varias semanas un grupo de exalumnos del Liceo Militar Brig. Gral. Fructuoso Rivera, que funcionó en Durazno, del otro lado del Yí —donde hoy se encuentran las instalaciones del Ministerio de Obras Públicas y del Escuadrón de Vuelo Avanzado de la Brigada Aérea II—, está preparando los festejos de los 50 años de la creación de dicha institución.
La celebración se dividirá en dos partes. La primera se desarrollará el viernes 14 de abril en el Centro Cultural Teatro Español, ocasión en la que se entregarán reconocimientos a exalumnos, instructores y profesores, el Correo Nacional realizará el lanzamiento de un sello conmemorativo y, para darle un clima de fiesta, se presentará la Banda de Músicos de la Fuerza Aérea Uruguaya “Cnel. Reserva Walter Miños”.
Al día siguiente, el sábado 15, se cumplirá una ceremonia en la planchada del Escuadrón de Vuelo Avanzado, acto que prácticamente se cumple todos los años y que sirve como excusa para el reencuentro de quienes se formaron en esas aulas.
En este sentido, el Cnel. (R) Carlos Cabara, presidente de la asociación de exalumnos del Liceo Militar número 2, en diálogo mantenido con El Acontecer, indicó que existe mucha expectativa por esta celebración, para la cual vienen trabajando intensamente.
“El festejo consitirá en un acto en el Teatro Español para conmemorar este aniversario y realizar el lanzamiento del sello de los 50 años de creación del liceo. Vamos a entregar reconocimientos a exalumnos, exinstructores y, por supuesto, el recuerdo para aquellos que se nos adelantaron en el más allá”, expresó.
Por su parte, el Crio. May. (R) Víctor Aramburu señaló que se trata de una institución que ha quedado en el recuerdo de todos aquellos que se formaron en esta y forjaron lazos de amistad, los cuales han perdurado en el tiempo.
“Este aniversario marca dos cosas para nosotros. Primero, la fecha de la fundación de la casa de estudios y también son los 50 años de que un grupo de adolescentes, provenientes de distintos departamentos, se conocieron por primera vez. Y si nos vamos atrás en el tiempo, en la época en la que no existía internet ni teléfonos celulares, esta casa de estudios permitió que un grupo de adolescentes se conocieran y que hasta el día de hoy mantengan una amistad y que va más allá porque nos tratamos como una familia, nos contamos las cosas como familia, nos ayudamos a solucionar nuestros problemas.
Este acto, que se va a celebrar en el Teatro Español, va a significar un nuevo reencuentro, un reconocimiento, y además contaremos con la actuación de la Banda de Músicos de la Fuerza Aérea. Por lo tanto, invitamos a todos los duraznenses a que nos acompañen en esta fecha que para nosotros es muy importante”, manifestó.
La actividad a cumplirse el viernes 14 de abril será a partir de la hora 20:00, con entrada libre y gratuita. El sábado, el acto que se cumplirá en el predio de la Brigada Aérea de Santa Bernardina dará inicio a las 11:00.
“Una de las que siempre recuerdo es una vez que salimos a correr desde el puente nuevo y pensamos que solo íbamos hasta la base aérea, y en definitiva recorrimos los dos puentes, llegamos a la playa El Sauzal, seguimos hasta el estadio municipal, seguimos corriendo, retornamos a la playa, cruzamos nadando el río hasta llegar al lugar donde estaba ubicado el liceo militar”, contó Cabara.
Anécdotas
Como en todo orden de la vida, existen momentos que quedan grabados en la mente de las personas y en ese período de formación, en la academia con formación militar que funcionó en Durazno, a estos hombres que hoy peinan canas se les viene al recuerdo una serie de anécdotas de aquellas épocas como adolescentes.
Aramburu también fue por el lado de la educación física, pero en una competencia de atletismo. “Fue en los juegos atléticos interliceos militares que se disputaron en Durazno. Veníamos empatados con el liceo de Montevideo y definía la prueba de atletismo, y teníamos un compañero, Juan Llanes, alias Yayo, cuya especialidad era el salto alto y el promedio de él era de un metro cincuenta y algo. Ese día, con la cantidad de gente que había en el estadio, pidió autorización para saltar descalzo y saltó casi un metro setenta, y con ese punto ganamos la tabla general. La anécdota es que nunca más volvió a igualar esa marca. Se inspiró en ese momento”, recordó entre risas.
Ambos coincidieron en que la institución fue clave en la enseñanza de los valores que los acompañan en sus vidas, como la responsabilidad, la disciplina, el honor, la solidaridad, el espíritu de familia, entre otros.