La edición número 109 de Expo Durazno ya es historia, sin quizás se ubica en el podio de las mejores. Expositores de todos los departamentos del país, record de animales inscriptos, cabañas participantes como nunca antes.
Después está todo aquello que ingresa en la subjetividad de cada jurado, pero que es confianza de que el material genético con que cuenta el Uruguay está asegurado por varios años más. Porque todos, uno y cada uno de los jurados, fueron contestes en señalar al respecto de la calidad presentada en las diferentes pistas de ovinos, bovinos y equinos.
Mucho público, algo de lluvia el sábado a la mañana, medios de comunicación de diferentes puntos del país que resaltaron y amplificaron todas las presencias en Santa Bernardina.
Este domingo fue de fiesta, porque la agenda ubicó en su mediodía la entrega de premios y el acto de cierre.
En ese marco visitó nuevamente la Expo el ministro Fernando Mattos, el subsecretario Buffa, entre otras jerarquías del MGAP que validaron la muestra.
Los discursos de cierre, la Expo Canina de la tarde, Copla Alta el sábado y ‘Chacho’ Ramos en la pasada jornada, pusieron broche de oro musical y artístico al evento que retornará en febrero de 2024.
Las muestras de alegría de cada cabañero que obtuvo premios justifican el esfuerzo de llegar al centro del país. Detrás de esos abrazos hay semanas y meses de preparación de cada reproductor. Las familias se abrazan, se emocionan ante cada veredicto y se apresuran a ser parte de la foto con el animal ganador. Es el justo reconocimiento al trabajo de aquel que pasea al toro ante el jurado, del que se come las uñas detrás de los alambrados y de la pequeña de la familia que se encarga de sacar las fotos. La comunión es de muchos, aquellos que este lunes ya están pensando en otro concurso.
Expo Durazno es historia de la mejor, será cuestión de que transcurran algunas horas más para tomar real dimensión del brillo de la muestra del año 2023.