“No seremos un lema político”. La frase, pronunciada por el orador del Movimiento Un Solo Uruguay, tiró por tierra todas aquellas posibilidades esbozadas en los encuentros regionales del año pasado, que abrevaban en la posibilidad que USU se convirtiera en un partido político.
El acto celebrado este 23 de enero en la Ciudad Vieja de Montevideo se alejó de muchas cosas. De la masividad pautada en las primeras convocatorias anuales en suelo duraznense –en particular- y de la política partidaria –en general.
“El sistema político está enfermo y el país endeudado hasta la médula”, dijeron aquellos autoconvocados rurales del verano.
“La sociedad está enferma porque el sistema político lo está. El ejemplo que derrama es malo y contagia”, afirmó Norberto Pereyra, miembro de Un Solo Uruguay (USU) desde un principio y vocero de la jornada del 23.
Cambió el calor de Santa Bernardina por el aire acondicionado del Hotel NH Columbia. Cambió Durazno por Montevideo. Cambiaron aquellos miles y miles de personas embanderadas con Uruguay por algo menos de 100 espectadores, muchos con termo y mate.
La proclama, que era la atención en sí misma, mantuvo conceptos de la génesis del movimiento que nació con un grupo de WhatsApp antes de la pandemia.
Aquella frase concebida por el comunicador Serrano Abella, “USU es el derecho a la protesta pero el deber a la propuesta”, estuvo a la vista de todos, de los medios que cubrieron la instancia y de los asistentes.
Pereyra leyó la proclama, cinco años más tarde de aquel caluroso enero de 2018 en Durazno.
“Hay inoperancias que se mantienen pese al cambio de gobierno, como el crecimiento desmedido del Estado, el endeudamiento y la extranjerización. “En estos cinco años hemos hablado y propuesto con el fin de lograr cambios en las estructuras del funcionamiento del país. No existe una estrategia de país sino autoridades que sólo apagan incendios que el mismo sistema ha creado. Mientras tanto, fanfarronean con discusiones estériles que bajan hasta los fieles y distraen de lo importante”, se indicó.
La lectura continuó por parte de Pereyra.
“Cada año la deuda externa crece 8%, lo cual, si lo dividimos entre los habitantes y definimos una familia con cuatro componentes, nos endeudan en 115.000 pesos uruguayos por año. Cuando termine este período de gobierno, cada familia en nuestro país estará endeudada con los bancos internacionales en más de medio millón de pesos”.
Más reclamos
El texto de Un Solo Uruguay agregó que al día de hoy hay “prestaciones de hambre que afectan a muchos jubilados que cobran la jubilación mínima”. Uno de los momentos más destacados en los titulares posteriores al acto, al que solamente asistió alguna figura política del Partido Cabildo Abierto, fue “el movimiento no será un partido político”.
Aquella idea que cobrara fuerza luego de las elecciones del Banco de Previsión Social (BPS), en noviembre de 2021, ya cayó.
Los 432 mil votos alcanzados por los representantes de Un Solo Uruguay en la elección del BPS habían otorgado fuerzas electorales importantes al movimiento, que en algún encuentro sopesó presentarse al mapa político nacional.
Pero no. “Nuestra respuesta es unánime: no. El movimiento no será un partido político”, afirmó Pereyra, y fue interrumpido por algunos aplausos.
“Seguiremos trabajando para cambiar el país, generando un cambio cultural donde la política no sea un tema de colores, sino una actividad racional practicada por quienes quieren la superación individual de cada uno de los uruguayos, sin exigirle al Estado más que el arbitraje de lo injusto”, se indicó.