En estas rondas de entrevistas, post partidos de Uruguay en el Mundial de Catar, analizando lo que dejó cada actuación de la Celeste conversamos con Héctor Eduardo Morán Correa, apodado el Indio.
Duraznense que triunfó en Nacional, equipo con el que obtuvo la Libertadores y la Intercontinental de 1988, además supo defender a Uruguay en 23 oportunidades, convirtiendo dos goles.
Hoy es nuestro elegido, para analizar la performance del combinado que dirige Diego Alonso, en la derrota 2-0 con Portugal, que nos deja pendiendo de un hilo, pero con chances de clasificar a octavos de final.
Muy pobre
Comenzó la charla señalando que cada vez “se nos hace más difícil jugar al fútbol y ganar algo importante”, en clara alusión a la propuesta futbolística, en este caso de la selección uruguaya.
Sobre la apuesta del entrenador Alonso, para el juego de ayer, con Portugal, se mostró sumamente molesto y solicitó a gritos: “¡Que meta delanteros!”. Y disparó: “La propuesta de Uruguay fue muy pobre. Saber que jugaba con una línea de cinco en el fondo y tres zagueros de un metro noventa en el fondo, totalmente lentos los tres, frente a una selección rápida, que juega bien, es inentendible”.
Cambios que cambiaron, pero…
Si bien Uruguay finalizó el encuentro cayendo, 2 a 0, cuando ingresaron Giorgian De Arrascaeta y Facundo Pellistri, el equipo mejoró, tuvo más la posesión de la guinda y llegó por la banda derecha.
“Fueron dos partidos totalmente diferentes: Uno muy pobre, en el primer tiempo, donde fuimos un equipo estirado. Líneas partidas a la mitad. Pelotazos de cuarenta metros para las torres de los jugadores de Portugal. Te queda esa bronca de saber que tenemos jugadores internacionales que brillan en el mundo y cuando tienen que demostrar en la selección les cuesta, no aparecen.
Y otro partido diferente cuando entró Pellistri y De Arrascaeta, ahí nos entusiasmamos, pero, nos alcanzó. Cuando ellos entraron, se tuvo otra dinámica y se tuvo la posibilidad de hacer algún gol. Una pelota en el palo de (Maximiliano) Gómez. Con eso solo no alcanza. Después, ellos, comenzaron a manejar la pelota con el gol a favor”, comentó Morán.
Objetivo: Ghana
Uruguay se jugará su última “bala” frente a Ghana, partido que irá este viernes, donde solo sirve la victoria y si es por varios goles mejor.
Para Héctor Morán , de cara a ese encuentro, Alonso tiene que colocar “toda la carne en el asador” y tiene que jugar juntos De Arrascaeta, Pellistri y Nicolás de la Cruz.
“Frente a Ghana, yo jugaría con una línea de tres en el fondo y colocaría en ofensiva a De Arrascaeta, Pellistri, de la Cruz, tienen que jugar desde el arranque, para que le llegue la pelota a los puntas. Si no funciona el medio y no le llega la pelota bien jugada a los de arriba, es muy difícil que los delanteros puedan hacer goles”.
“Esta selección juega menos que la de Tabárez”
Cuando Diego Alonso asumió al frente del combinado Celeste, se observó un cambio radical en el juego de la selección y en la propuesta futbolística.
Esa mejora, nos permitió clasificar al Mundial de Catar una fecha antes de cerrarse las Eliminatorias, cuando, fechas atrás, era casi algo impensado.
Uruguay se mostró como un equipo moderno, dinámico, con buena circulación y velocidad a la hora de hacer circular el esférico, con transiciones rápidas de mitad de campo para arriba, con buena precisión en los pases.
En los dos encuentros que hasta aquí el equipo de Diego Alonso ha disputado en el Mundial de Catar, se ha observado todo lo opuesto y muchos comparan la propuesta y el funcionamiento del equipo con la última etapa de la era Tabárez.
Consultado Héctor Morán sobre el cambio de entrenador y lo que le ha dejado hasta aquí el Tornado como DT de la casaca color cielo, fue claro y contundente: “Tabárez y Alonso son lo mismo. No hubo un gran cambio. Esta selección juega menos que la de Tabárez. Igualmente, te digo que es un buen entrenador, joven, que se ha preparado muy bien.
Tiene cosas que a los uruguayos no nos gustan, como, por ejemplo, andar escondiendo la formación. Esas cosas no se hacen. Acá nos conocemos todos. Hay que trabajar bien y armar bien el equipo y no casarse con ningún jugador”.