Escribo esta nota en la tarde/noche de este viernes 23. Casi al mismo tiempo se está desarrollando en la ciudad de Florida una charla-debate sobre “Descentralización y Federalismo en el Siglo XXI”, actividad que cuenta con la presencia del ex presidente de la República, José Mujica, el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, el ex intendente de Florida Juan Giachetto, la senadora Sandra Lazo, María Laura López y como invitado especial, el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín.
Como se ve, Vidalín está rodeado de frenteamplistas y para más Inri de mucho MPP. ¿Habrá dejado de ser blanco Vidalín? O, mejor, ¿no está llevando a la práctica eso de no agrandar la grieta y por el contrario tratar de cerrarla?
Me inclino por esto último, porque en verdad de lo que está participando es de una instancia de reflexión sobre el futuro del Uruguay, por fuera de discusiones políticas menores, de cálculo político, donde se le habla al que piensa igual. Y cuando pasa eso es fácil, pero no ayuda en nada.
Hay unas declaraciones del senador emepepista Alejandro Sánchez que echa luz sobre este encuentro y que me parece que son de recibo: “Carmelo Vidalín es blanco como hueso de bagual. No está ingresando al Espacio 609, pero yo quiero conversar con él acerca de cómo está mirando la idea del federalismo, y que pasa en el interior del país”.
Es conocida la sintonía de Vidalín con Orsi, que a juzgar por la polémica que se instaló por su participación en este encuentro es mejor que con muchos de sus correligionarios, como por ejemplo el senador Sebastián da Silva.
Hay quienes piensan que la política es una guerra continua, Da Silva es uno de ellos, aunque ahora ha moderado su discurso, no sé si por su propia iniciativa o porque ya eran mucho más que dos con la senadora Graciela Bianchi. La política, por el contrario es el arte de seducir, de convencer, de lograr puntos en común. Cuando no se encuentra ese camino es cuando sobreviene la grieta tan usada en Argentina y que por todos los medios se intenta que haya aquí en Uruguay y de parte de muchos actores.
La última temporada de la serie danesa Borgen, disponible en Netflix, muestra como el cinismo en la política arrasa con todo y con todos. En las temporadas anteriores la protagonista Birgitte Nyborg aparecía en la política como algo nuevo, con ideales y principios, pero en esta nueva entrega la política danesa cede en sus principios y se mueve según para donde sople el viento. Deja un gusto amargo, por cierto.
Muchos seguidores de la serie han dicho que cambió Borgen, pero en realidad lo que ha cambiado es la política y para mal, porque ahora traspira procacidad. Antes de las redes sociales quien tomaba decisiones estaba sometido a la presión de los votantes, pero ahora se han sumado los tuiteros y lobbies profesionales, entonces cambia la forma de hacer política que se vuelve cortoplacista, de 240 caracteres.
Vidalín no es, y esto es una obviedad, Birgitte Nyborg, pero el también está sometido a presiones políticas porque se sabe de su caudal electoral en su zona y su influencia en el centro del país, no más allá, por lo que no es entendible que se haga una tormenta por esta participación del intendente en esta actividad del MPP.
Vuelvo a la pregunta: ¿dejó de ser blanco, se hizo emepepista? Lo que acá ocurrió es que justamente, a veces, las miradas cortas, las miradas tuiteras llevan a generar esas grietas o por lo menos se intenta, porque no se puede obviar que los cuestionamientos surgen cuando casi al mismo tiempo promovió a Álvaro Delgado como precandidato blanco. Es que acaso ¿alguien duda que Delgado no va a ser candidato? Desde el primer día de gobierno, cuando fue el que mejor comunicó y se comunicó con la población cuando estalló la pandemia ya se lo visualizó como tal.
¿Cuál es la sorpresa?
Quizás la sorpresa estriba en que Delgado ya no es el delfín del presidente y el vocero oficioso de Luis Lacalle Pou, que es el propio Da Silva, él mismo lo ha sugerido, dice que hay que callar. Capaz que el problema está en la interna blanca – debe haber otros nenes y nenas para ese trompo – más que en la participación de Vidalín en el encuentro del MPP.