“Por el simple hecho de que el alcalde Luberriaga no responda a su sector político, el intendente Vidalín no puede tomar de rehén a los vecinos de Sarandí, impidiéndole el desarrollo de las obras planificadas”, dijo el edil colorado Edgardo Lerena.
La reunión mantenida días pasados entre miembros de la nueva coalición —el mencionado Lerena, el nacionalista Gabriel Díaz Landoni y el cabildante Carlos Kuster— e integrantes del Consejo Municipal sarandiyense, con el alcalde Carlos Luberriaga a su frente, sigue generando encendidos comentarios.
La preocupación de los vecinos de la segunda ciudad del departamento, que ven como ciertas obras quedan relegadas en el tiempo, quedó de manifiesto en las redes sociales.
Licitaciones
En el marco de una reunión que se extendió por más de tres horas, los ediles duraznenses recibieron de primera mano un estado de situación e intercambiaron opiniones sobre temas tales como las licitaciones. “Son trámites que no terminan de aprobarse definitivamente, están costando demasiado y el objetivo por ellos trazado no es otro que ejecutar el programa que tienen para Sarandí del Yí”, expresó el edil electo por lista 23.
“Están preocupados no solamente por el presente, sino también por lo que puede deparar los años 2023, 2024 y 2025”, agregó. Con base en la experiencia recogida por años en la Junta Departamental, lo que se hizo fue asesorarlos respecto de los pasos a seguir desde el punto de vista legal, puntualizó.
“Que en agosto no hayan salido las licitaciones del año en curso genera lógica preocupación”, señaló, al realizar un análisis más fino de la problemática que aflige a los vecinos de la segunda ciudad del departamento.
Manos de yeso
Sobre el relacionamiento de los miembros del Concejo con el ejecutivo, Lerena se limitó a indicar que no es algo que él vaya a inventar, “existen públicas manifestaciones del intendente Vidalín culpando al alcalde Luberriaga de la no obtención de un mayor número de bancas en la Junta Departamental. Asumió el propio jefe comunal que da cargos a los ediles de Sarandí del Yí —Icasuriaga, Torres, Morales y Pereyra— para tener las manos levantadas ante el tratamiento de cualquier tema, decreto que se pueda abordar y no haya oposición. Lo que quiere asegurar son los 16 votos. Con los cuatro cargos, lo que aseguró son manos de yeso”.
El curul de la fuerza tradicional recordó que el legislativo tiene potestades de contralor sobre el ejecutivo y los municipios. “Les aconsejamos que pidieran una reunión con la Comisión de Hacienda dado que se trata de un tema presupuestal, para que desde la Junta Departamental los ediles blancos, colorados, frenteamplistas y cabildantes puedan ayudar a que las cosas se hagan bien.”
Rehenes
Uno de los problemas que se enfrentan, a decir de Lerena, es que el director general del Departamento de Hacienda, Cr. Sebastián Ervitti, prioriza las obras de la ciudad de Durazno y otras localidades por sobre las de Sarandí del Yí. “Son desavenencias de público conocimiento; no se puede tener de rehén a la segunda ciudad en materia de población del departamento por temas políticos. Lo político ya terminó, ahora es tiempo de trabajar por la gente.” Ampliando al respecto, dijo que la preocupación no es solo del alcalde Luberriaga, “están preocupados los propios concejales electos por la lista 4110. Están muy enojados con el intendente”.
Auditoría
Las obras esperadas por los sarandiyenses tienen directa relación con una mejora de la calidad de vida, tales como la caminería y el cordón cuneta. “Todos sabemos lo que son las licitaciones; hay que ir anticipándose. Esperamos que desde la Comisión de Hacienda se realicen gestiones para que las cosas se hagan con mayor celeridad, por el bien del departamento en general y Sarandí del Yí en particular.” “El simple hecho de que el alcalde Luberriaga no responda políticamente al intendente Vidalín, no le da a este autoridad a este para retacearle recursos.”
En tal sentido, recordó que se solicitó una auditoría ante el Tribunal de Cuentas que, se espera, pueda salir antes de que concluya el presente año. “Lo que se desea saber es hasta dónde llega la independencia económica del alcalde y qué control ejerce el intendente sobre el alcalde”, sostuvo.
La IDD hoy tiene USD 20 millones en caja
“Los recursos están votados. Sería de buen intendente remitirlos y que de la ejecución de las obras disponga el dirigente que fuera votado por la ciudadanía para ello. Hay un concejo y, si las cosas se hacen mal, está la Junta Departamental para controlar posibles hechos irregulares. Lo que no podemos es ir y agarrar del cogote al intendente para que mande el dinero”, dijo Lerena.
Al referirse a la situación económica de la Intendencia de Durazno, agregó que la administración Vidalín tiene, al 31 de diciembre del año 2021, 18 millones de dólares en cuentas en el Banco República. “A ello debe sumarse lo que se ha recaudado en este año. En total debe haber unos 20 millones de dólares y no se le remite a Sarandí del Yí, en comparación, una cifra ínfima.”