Según se puede observar en las redes sociales de varios vecinos de San Jorge que publicaron fotos, en las últimas horas llegaron a dicha localidad —ubicada al noreste de nuestro departamento— integrantes de una empresa particular con una grúa de importantes dimensiones, quienes comenzarán a trabajar en la preservación y restauración del viejo e histórico molino de los ingleses, considerado como símbolo de identidad para los habitantes locales.
En esta nota señalábamos el estado ruinoso en el que se encuentra: https://elacontecer.com.uy/2022/07/07/el-historico-molino-de-san-jorge-esta-a-punto-de-perderse-si-no-se-actua-con-rapidez-para-preservarlo/
Si bien desde la Intendencia de Durazno no se ha brindado información sobre el alcance de esta obra —cuánto durará y cuál será el grado de intervención en el molino—, lo importante es que se ha dado el primer paso porque su estado, debido al paso inexorable del tiempo, el nulo mantenimiento, la caída de algunas piezas y el faltante de otras, podía hacer temer por el colapso de la estructura; de hecho, en los últimos meses se había producido el desprendimiento de algunos ladrillos.
Hace varios años los vecinos venían pidiendo la restauración del molino, el cual se encontraba en el predio de un particular. Hoy ese sector en el que se encuentra pertenece a la Intendencia de Durazno, por lo que se puede hacer una intervención para su preservación. Para ello se realizó un llamado y posteriormente se adjudicó la obra.
Como se recordará, en febrero de este año realizó una visita a San Jorge la embajadora de Gran Bretaña en nuestro país, Faye O’Connor, quien quedó maravillada con esta pieza arquitectónica típica de su país y que marcó una época de la producción, y valoró en forma positiva que se estuviera pensando en su restauración.
En Facebook se realizan campañas de votos para buscar su preservación:
https://www.facebook.com/Dale-me-gusta-para-preservar-el-Molino-de-San-Jorge-920073691336550/
La identidad del pago británico-oriental
La iglesia con la particular imagen de San Jorge de pie sin su caballo, la centenaria estancia con el cementerio de los ingleses y el molino forman parte del patrimonio histórico-cultural de San Jorge.
Desde hace varios años los habitantes de esa localidad, ubicada al fondo de la ruta 100, veían con preocupación cómo el paso del tiempo y la falta de mantenimiento estaban provocando un serio deterioro en la estructura del molino, el cual se encontraba en un predio privado, por lo que desde el gobierno departamental poco se podía hacer.
Varios planteos de los vecinos, exposiciones en distintos períodos de la Junta Departamental, la presentación de un proyecto de una joven profesional oriunda de San Jorge fueron algunas voces que de cierta forma clamaban por que se atendiera esta situación.
El predio, donde hasta hace no mucho tiempo pastaba ganado, pasó al dominio de la comuna y el proyecto de restauración y mantenimiento fue tomando forma. En principio, se pensó en que la restauración estuviera acompañada por un parque temático en su entorno, con la posibilidad de ofrecer distintos servicios a los visitantes, pero el costo económico lo hacía inviable, por lo que el proyecto se acotó a preservar el molino.
Los técnicos de la empresa adjudicataria conjuntamente con la arquitecta a cargo de la obra seguramente estarán evaluando el estado de situación, si las condiciones están dadas para su restauración y mantenerlo erguido en su totalidad o si, por el contrario, se tendrá que ir pensando en un memorial, donde se mantenga parte de su estructura, respaldada en otro tipo de base que brinde estabilidad y seguridad, y donde incluso se maneje la posibilidad de un museo que recoja parte de la historia no solo del molino, sino también de San Jorge, el denominado “pago de los ingleses”.
Esta localidad, ubicada al norte de nuestro departamento, se encuentra al sur del arroyo Sarandí sobre la ruta 100, aproximadamente en el kilómetro 75, a unos 100 kilómetros de la ciudad de Durazno, y cuenta con un número cercano a los 600 habitantes.
Allí se encuentra la Capilla San Jorge, que fue donada por la señora Braulia Duarte de Wilkins, en memoria de su esposo, Rosendo Wilkins, el 20 de diciembre de 1921, y a escasos 200 metros está emplazado el viejo molino.
No debemos dejar de lado que el patrimonio cultural es la verdadera herencia que refleja el pasado de una comunidad y que se debe trasmitir al presente y futuro.
Es necesario que se identifiquen y clasifiquen estos bienes como relevantes para cuidarlos y mantenerlos para el disfrute de todas las generaciones y para ser objetos de estudio y fuente de experiencias emocionales para todos aquellos que lo visiten.
Toda la sociedad debería ser consciente de la importancia de la protección y preservación del patrimonio cultural y de que sea considerado valioso para la comunidad.
El viejo molino encierra gran parte de la historia de San Jorge y zonas aledañas, como así también es un elemento que marca para los habitantes, con mucho orgullo, su identidad.