jueves 9 de mayo del 2024

El cantante y compositor duraznense Oscar Morales, radicado en el departamento de Rocha, acaba de lanzar, a través de sus redes sociales y en formato físico, su nuevo disco: Hijo de la Tierra y el Sol.

El artista, que vive hace unos 11 años a orillas del océano Atlántico, a unos pasos de las hermosas playas de Arachania (Rocha), cuenta con una larga trayectoria y varios trabajos editados.
En esta oportunidad, Oscar Morales hizo un nuevo disco, a través de la discográfica La Vitrola, titulado Hijo de la Tierra y el Sol, el que contiene 10 canciones, 7 de ellas de su autoría en letra y música, y cuenta con la participación de varios músicos y artistas invitados.

Alegría y regocijo
“La primera sensación que me causa es alegría, por un lado, y, por otro, me regocija ahora tener un disco que está con todos los derechos reservados, en Agadu, registrado en la Cámara Uruguaya del Disco; las canciones están todas registradas.
Es muy valioso para mí en este momento musical poder sacar un disco con todas las de la ley, vamos a decir”, expresó el cantautor, que si bien tiene otros trabajos grabados en forma profesional, todos fueron editados de forma independiente.
“El disco salió a través del sello La Vitrola, una discográfica de acá, de Rocha, de Fernando Rótulo, uno de los integrantes de Sol y Palma. Eso permite que el disco tenga otro sostén, como que me coloca en un lugar que está bueno”, agregó.
El trabajo, que se lanzó en formato físico, también se encuentra publicado en el canal de YouTube y en el perfil de Facebook de Morales.
“Con las redes vamos poco a poco, de una forma más tranquila y dándole tiempo, para que la gente lo vaya escuchando, esperando para más adelante realizar algunas presentaciones del disco en vivo. Ya estamos trabajando, programando algunos toques para ello”, anunció.

Canciones que se abrazan…

En su nueva grabación, Oscar realiza una antología de canciones que, aún sin ser editadas, algunas ya tienen un largo tiempo y recorrido.
“Las cinco primeras canciones fueron compuestas entre la Pedrera y Arachania. Los músicos que participan también viven en estos lugares.
Las otras canciones fueron compuestas y grabadas entre Montevideo y Lomas de Solymar, y editadas en la ciudad de Córdoba (Argentina), en el año 2009”, comentó.
“Parece justo que estas canciones de distintas etapas se abracen, se junten…, y compartir esa luz sin tiempo, y andar sin medida de este arte sagrado que es la música y la poesía”, agregó.
“Gracias de corazón a corazón a todos los que aportaron a la realización de este trabajo. Es un privilegio transitarlo y habitarlo juntos”, afirmó.
“Es una gran alegría porque este trabajo, además de permitirme componer letras y música, me permitió también trabajar con músicos que tienen mucha experiencia, que le han dado un toque jazzístico, llevando adelante una propuesta de fusionar la música popular folclórica con aspectos y características del jazz, con el piano, el chelo, con un formato de camerata.
El trabajo se enriqueció muchísimo. La parte poética, compositiva, que yo pude haber llevado, con la integración musical de los demás compañeros le dio un vuelo interesante, un toque diferente, que seguro notarán”, manifestó.

Hijo de la tierra y el sol

El compositor vive desde hace más de diez años en Arachania, en una cabaña que él mismo se construyó a metros de la costa oceánica.
“El vivir acá me permite fundamentalmente tener tiempo. ‘El cantor es como el paisaje que anda’, decía Aníbal Sampayo; en mi caso, sobre todo me permite tener tiempo para dedicarme a la música, estar en un ámbito que te permite el encuentro con otros músicos, poder trabajar. El tiempo es muy importante para cualquier artista de la disciplina que sea”, aseveró.
El cantante se dedica a dar clases de guitarra a algunos alumnos, componer, tocar en distintos lugares de la zona, además de dedicarse a la bioconstrucción y a su huerta. “En la música se trabaja mucho en temporada, pero durante el año también porque hay muchísimos músicos y numerosas propuestas que funcionan todo el año”, acotó.
Sobre la canción que da título al disco, que es un huayno —uno de los ritmos más antiguos de América—, dijo que tiene historia propia ya que tuvo un largo proceso de composición. “Surgió en un momento que estaba muy en el interior profundo en Salto, y en el camino hacia Rocha fue terminada. La mitad la compuse en Salto, en la época que viví por allá, unos dos años; ahí empezó esta canción. Una de las estrofas la escribí después de camino a Rocha, y terminó siendo compuesta acá en Arachania, donde estoy… Hizo un recorrido desde Salto hasta Rocha y con una pasadita por Córdoba, Argentina. Esa canción respira un poco de todo ese paisaje y, además, después se integra la poesía de El Barba (Eduardo Busta), que tiene como 40 años en la costa”, agregó.
Finalmente contó que en setiembre comenzará con la presentación de su disco en vivo y espera poder hacerlo también en Durazno.
El hijo de la Tierra y el Sol cuenta con 10 canciones: “Susurros en el mar”, “Semilla de luz”, “Romance a La Pedrera”, “Hijo de la Tierra y el Sol”, “Amor de otoño”, “Camino de sal”, “Luna de abril” (todas con letra y música de Oscar Morales), “Melancolía” (Reynaldo Armas), “Casa en el tiempo” (José Oroño y Oscar Morales) y “Canción a Horacio” (José González y Oscar Morales).
Información del disco en https://www.youtube.com/watch?v=DBhIj3GPpFM&ab_channel=OscarMorales

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