A los 12′ del segundo tiempo el rojo caía 2 a 0. En una épica remontada, revirtió el marcador y se impuso 3 a 2, en una noche soñada.
Victoria y pico la obtenida anoche por Durazno Fútbol Club, en el marco de la Copa Uruguay.
En un memorable y hazanoso encuentro, le ganó a Cerro 3 a 2, en un partido que tuvo que remar, porque perdía 2 a 0 a los 15′ del segundo tiempo.
Fiel a su estilo, aferrado a su idea futbolística y con la convicción necesaria, el equipo que dirige Ramiro Martínez no bajó nunca los brazos y tuvo su recompensa.
Con buen fútbol, parándose firme y fuerte ante un pesado rival, logró revertir el marcador y avanzar de fase, en una noche soñada.
Si bien Durazno se fue perdiendo 1 a 0 al descanso, por el gol de Danilo Cóccaro, a los 14′ de juego, tras centro de Tabaréz Viudez, el distinto del equipo albiceleste, el resultado no se ajustaba para nada con la realidad.
Si bien el Rojo no exhibía el juego fluído de encuentros anteriores, porque enfrente había un adversario de una gran jerarquía, superior a los equipos que se ha enfrentado por la Primera Amateur, llegó más y generó las principales opciones de gol.
Dos acciones de Agustín Monzón, que ayer jugó de volante por la derecha, y otra de Mauro Olivera, tras gran pase de Facundo Samaniego, pusieron en jaque a una débil y dubitativa defensa albiceleste.
Cerro fue el gol y poca cosa más; cuando apareció Viudez, se observó lo mejor de la visita, que atacó preferentemente por el sector derecho de la defensa roja.
De cara al complemento, Durazno salió nuevamente con la iniciativa, generando riesgo sobre el arco custodiado por Dario Denis, de flojo desempeño.
Cuando el local estaba más cerca del empate, que la visita del segundo, ocurrió esto último.
Corría el minuto 11 cuando un centro de Barán impacta en la mano de José Agüero y el árbitro, Jimmy Álvarez sanciona correctamente el penal, falta que cambió por gol Nicolás González.
Pese a la diferencia amplia en el marcador, no así en el juego, y fiel a su estilo, Durazno continuó buscando e insistiendo y tuvo su recompensa.
A los 63′ y a los 68′, Diego Viera y Facundo Samaniego colocaron en partido a Durazno, el primero con gran disparo de media distancia y el segundo ganando por arriba, luego de un buen centro de Andrés Cabrera.
Paridad en el marcador y justicia con el trámite del encuentro, con un rojo que no merecía estar en desventaja.
Pero aún le faltaba una emoción más, a una noche que se tiñó de rojo. Centro de esquina de Diego Viera, peina el esférico Matías Deorta, rebote y la bola le queda nuevamente al 9 que engancha y no perdona para el 3 a 2 definitivo.
Gran victoria de Durazno, en una noche que quedará para el recuerdo, con un gran rendimiento de todo el equipo, más allá de que la figura fue, sin dudas, Facundo Samaniego.
El próximo rival rojo saldrá del duelo entre Boquita, de Sarandí Grande, y Porongos, de Trinidad.