En los previos de la última sesión del legislativo duraznense, la edila nacionalista Virginia Vignoly pidió se reactive el proyecto termal de Pueblo Centenario, que mucho dio que hablar durante la administración del ingeniero Irazábal.
La legisladora recordó que en diciembre del año 2011, después de perforaciones, se alcanzó los 380 metros de profundidad y se dio con una corriente marítima, salada, de millones de años de antigüedad. “Se comprobó el buen caudal, fuerte presión, pudiendo llegar a los 30 grados de temperatura”, señaló. También recordó que, en aquel momento, el pozo se entubó, y quedó la espera de inversores en una clara apuesta a la reactivación del turismo en el centro del país.
Es de imaginar, acotó, lo que ello generaría en materia de fuentes laborales. Un centro termal a 250 kilómetros de Montevideo y otro tanto de la frontera con Brasil, sostuvo, y añadió que el proyecto fue fruto del trabajo de seis años de estudios. “Es un predio de 10 hectáreas, ubicado a orillas del río Negro, frente a la ciudad de Paso de los Toros”, comentó. A la espera de que se reactive el proyecto, solicitó que sus palabras pasen al Ministerio de Turismo, a la Comisión de Turismo de la Junta Departamental, al Departamento de Desarrollo y al jefe comunal.
Centro termal
A principios de la década pasada, un acuífero de aguas termales fue encontrado en Centenario, en el departamento de Durazno. Este hallazgo surgió como resultado de años de búsqueda y exploraciones geológicas en la zona. De acuerdo con lo informado en la oportunidad, el acuífero tiene una temperatura de 25 grados y una edad estimada de 400 millones de años. La construcción de un centro termal en esa zona, con el objetivo de reactivar la región, fue el paso siguiente.
Desde el grupo promotor del emprendimiento termal se manifestó que se trata de “acuíferos diferentes” a los de Salto y Paysandú, ya que estos últimos “se nutren del acuífero Guaraní” y el de Centenario “es de aguas más superficiales, salinas”.