Siempre es de destacar el esfuerzo que en el departamento desarrolla un puñado de vecinos, que, sensibles a las necesidades de los niños, se organizan para de alguna forma brindarles contención emocional y una taza de leche, que, además de alimentarles el estómago, les alimente el alma.
Uno de estos ejemplos es el Merendero de Jardines del Hipódromo, donde el equipo encabezado por María Elena Camejo, con verdadera vocación de servicio, atiende a los niños del barrio.
La tarea no es sencilla. Se deben golpear muchas puertas para recibir colaboración y más de una vez se saca dinero de su propio bolsillo para que a los niños no les falte nada.
Como toda tarea sacrificada, nada es fácil y se encuentran con varios desafíos por delante.
“El local en el que estamos es alquilado y el contrato se vence el 31 de julio, y esa casa se vende. Entonces hicimos trámites con la Intendencia de Durazno y pudimos conseguir un contenedor, al que estamos acondicionando. Para ello es que estamos haciendo diferentes beneficios y podernos mudar porque hasta el 31 de julio podemos estar en esta casa”, explicó Camejo.
El contenedor estará emplazado en un terreno perteneciente a la Intendencia de Durazno, que está frente al lugar donde hoy funciona el merendero.
“Con los beneficios que estamos haciendo vamos a acondicionar el contenedor para poder recibir allí a los niños. Es un terreno grande, donde ellos van a poder jugar y tener su momento de esparcimiento; un lugar más amplio al actual, donde por las dimensiones pequeñas lo único que podíamos hacer era darle la leche y pan con dulce; no tenían lugar para jugar”, contó.
Actualmente concurren al Merendero de Jardines del Hipódromo más de 80 niños de 40 familias de la zona. “Abarca a todo el BUEM, porque tenemos niños del Hipódromo, La Cantera, Vista Linda, de toda esa zona concurren al merendero, y allí le damos la merienda, leche, arroz con leche, crema, pan, bizcochos.
Tenemos varias donaciones, incluso de ropa que nosotros acondicionamos y entregamos a las familias, y si nos donan alimentos, hacemos canastas y también las repartimos”, precisó.
Para colaborar con el merendero no solamente se puede hacer con alimentos o ropa —algo muy importante y que están necesitando—, sino también “tiempo”, así que son bienvenidas las personas que puedan destinar del suyo para darles una mano a estas personas que llevan a diario adelante tan noble causa, por brindarles una esperanza a quienes son el futuro de nuestra sociedad.
“El tiempo es una ayuda fundamental porque ahora nomás tenemos que empezar a mudarnos y es cuando vamos a necesitar muchas manos para trasladar todo hacia el contenedor”, comentó.
Uno de los beneficios fue por concepto de venta de entradas en el bioparque
Semanas atrás, la comisión del Merendero de Jardines del Hipódromo tuvo la responsabilidad de vender las entradas en el bioparque Washington Rodríguez Piquinela, en el marco de una iniciativa que desarrolla la Intendencia para darle la posibilidad a diferentes instituciones del departamento de hacerse de los recursos necesarios para llevar adelante las tareas que a diario desarrollan; por el concepto de venta de entradas, el 50 % queda para la institución y el otro 50 se destina a los gastos del bioparque.
En tal sentido, Camejo, agradeció dicha oportunidad. “Nosotros estuvimos desde el 23 al 26 de junio, fueron días fríos, polares, y en principio pensamos que no íbamos a vender nada, pero el sábado y el domingo hubo una linda concurrencia y vendimos 533 entradas. Nunca pensamos que lo íbamos a hacer, pero vendimos lindo. La verdad que es una muy linda oportunidad, con la cual pudimos lograr objetivos a los cuales no pensábamos que podíamos llegar, así que agradecemos a la Intendencia por darnos esta oportunidad de vender entradas, que es la primera vez que lo hacemos”, indicó.