En el marco de la recorrida nacional que vienen realizando legisladores del MPP, el fin de semana pasado estuvo en Durazno el senador Daniel Caggiani. Junto con los diputados Tierno y Fumero, mantuvo diferentes reuniones con vecinos de ciudad e interior.
Tras un tiempo largo de procesos electorales, los representantes de izquierda intercambiaron opiniones sobre la situación país, a la vez que recibieron inquietudes de los lugareños. “Nuestro sector tiene la responsabilidad histórica de estar con la gente”, dijo Fumero en conferencia de prensa, desarrollada en la sede partidaria de calle Lavalleja casi Tuboras.
Situación difícil
Luego del encuentro mantenido con adherentes y vecinos de Centenario —una zona que ha crecido mucho producto de la radicación de la planta procesadora de UPM—, Caggiani expresó que con la presente movida se está haciendo el cierre del ciclo de “largas elecciones” que tuvo el país. “Estamos pasando a una nueva etapa, valorando lo que está sucediendo en el conjunto del país. En este caso, en una zona de suma importancia, como la centro, que está viviendo la culminación de una inversión muy importante de parte del Estado uruguayo y una empresa extranjera, que ha generado la posibilidad de desarrollo y la generación de una infraestructura muy importante.”
En paralelo, admitió, complejidades en la ejecución de dichas obras. No obstante, aseveró, “los vecinos están viviendo en una burbuja, lejos de lo que sucede en el resto del territorio, donde se enfrentan dificultades en materia laboral, disminución de ingresos”. “Ello se da en el marco de un contexto en que disminuyen las jubilaciones, las pensiones y los salarios reales por tercer año consecutivo. Al mismo tiempo, se recorta la inversión pública en las principales áreas: seguridad, educación, salud y vivienda. Son problemas que Uruguay enfrenta y este gobierno no está pudiendo solucionar”, añadió.
Acontece, sostuvo, en un contexto de aumento del precio de los combustibles, hecho que pega en el conjunto de los artículos de la cadena agroalimentaria, en especial en los productos que las familias consumen a diario. “El incremento de impuestos y situaciones que a nosotros nos preocupan y nos llaman mucho la atención por cuanto en momentos en que crece la economía, el productor bruto interno y las exportaciones, en volumen y precio, al mismo tiempo disminuyen los salarios. Hay personas pasando hambre; de hecho, hay más de 100 mil compatriotas comiendo en ollas populares, la mayoría en el interior del país. También se viene incrementando el porcentaje de personas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza. Es una situación compleja, que nos hace pensar en la necesidad de conversar con los vecinos para ver cómo enfrentamos este programa de ajustes multicolor, a la vez que construir, en base a la cercanía, el encuentro, la charla, un programa para el desarrollo que permita a los pequeños comerciantes y productores tener mejores niveles de rentabilidad.”
Las charlas, afirmó, no se dan solamente con frenteamplistas, sino también con blancos, colorados y cabildantes que expresan disconformidad con la política económica del gobierno.
Excusas
Define a la administración Lacalle como el “gobierno de las excusas”, precisando que en primer lugar estuvo la de la pandemia. “Teóricamente por ello no pudieron cumplir con el compromiso de bajar los combustibles; no solo no los bajaron, sino que los aumentaron. Tampoco cumplieron con el compromiso de bajar los impuestos, que también los aumentaron. Sí cumplieron con otros, caso de los malla oro. Hicieron una ley de urgente consideración que se votó entre gallos y medias noches sin discusión política. Con algunos no hay excusas; el cumplimiento es de casi sobresaliente. Con otros, este gobierno cumple de manera regular, deficiente. Hay una dualidad, este gobierno tiene una doble cara, para algunas cumple mucho y para otras no las cumple o se olvida.”
Sostiene que el actual es un gobierno de grandes anuncios con magros resultados. “Es un elemento que queremos atender, sobre todo porque esos resultados tienen gente atrás, caras, hay hombres, mujeres y niños sufriendo estas situaciones. Les cuesta acceder a medicamentos en los hospitales, tienen problemas para inscribir a sus hijos en guarderías y centros CAIF, para conseguir trabajo.”
“Hay un contexto de frustración que no es bueno para el país”, manifestó Caggiani. “Entendemos que el nuestro debe ser un país de esperanza, y lamentablemente se ha instalado el Uruguay de la desesperanza”, culminó.
Tiempo de propuestas, no de candidaturas
Preguntado sobre el tema candidaturas en una izquierda uruguaya en la que dirigentes históricos han ido dando paso a nuevas generaciones, Caggiani consideró prioritario definir las propuestas que se pondrán en consideración de la ciudadanía. “En primer lugar porque la ciudadanía enfrenta grandes problemas y es importante situarnos en el hoy. No podemos hablar de las próximas elecciones cuando hay personas que se están desmayando en las colas de las ollas populares porque están pasando hambre, si hay directores de escuelas y liceos que están pidiendo a determinadas instituciones por la donación de meriendas o desayunos porque los gurises que concurren a los centros educativos tienen problemas de alimentación.” “A partir de estos problemas debemos buscar soluciones para mejorar las condiciones de vida”, acotó. “En función de ello habrá muchos compañeros que nos podrán representar, varios de ellos vienen transitando una experiencia a nivel nacional”, agregó.
