Desde hace varios años, el artista plástico Eduardo Cortazzo realiza en la esquina de su domicilio —calle 4 de Octubre y Washington— diferentes intervenciones, con obras pictóricas, esculturas, entre otras.
Una de sus últimas creaciones en este lugar fue una escultura hecha con materiales reciclables, hierro y otros elementos, a la que denominó Austin.
Con el tiempo, esta fue perdiendo color y se fue deteriorando. Hace unos días Cortazzo volvió a intervenir la obra, por lo que allí quedó un renovado Austin, a todo color, dando vida nuevamente a la esquina barrial y llamando la atención a los vecinos que pasan por el lugar y en especial a los niños que se sacan fotos con el hombre de metal.