En polémico final, con un tercer gol que se inicia con un lateral que era a favor de Central, Wanderers se impuso 3-1 y se clasificó a cuartos de final.
Para aquellos que observamos el juego sin color de camisetas, el jugado el sábado entre Wanderers y Central fue un partidazo, por lo vibrante, emocionante y cambiante.
Lo ganaba Wanderers 2-0, con anotaciones de Diego Seoane y Lucas Suárez, ambos de gran nivel, siendo los claros responsables de la clasificación.
Con ese resultado, los dirigidos por José Luis Blanco se metían entre los ocho mejores de la Copa de Clubes B, a falta claro está de mucho partido por delante.
Sobre el epílogo del período inicial, Mauricio Cicao puso el descuento, tras un tiro de esquina bien ejecutado por Stiven Sosa y un mal cálculo del arquero Rodrigo Santellán.
El resultado de 2-1 le otorgaba la clasificación a los orientados técnicamente por Pablo Herrera, gracias al gol de visitante.
Segundo tiempo
El complemento vino con variantes y por el lado de Central, ingresando Henry Giménez, Juan Amado y Kelvin Carrasco, en sustitución de Felipe Monzón, Emiliano Carrasco y Julio Barteloni respectivamente.
Las variantes llevaron a una modificación de “piezas” y desde lo táctico, ocupando el lateral derecho Carrasco, bajando a la saga Martín Ferrán, ocupando el centro de la cancha Amado y, en posición de “enganche”, Giménez; con un claro 4-3-1-2.
Claramente el entrenador Herrera pretendía con las modificaciones mejorar un rendimiento colectivo que estuvo ausente en los primeros 45 minutos, con un equipo sin ideas, largo entre sus líneas y con errores defensivos graves.
Con la ventaja de la clasificación en el bolsillo, Central manejó los hilos del juego e intentó aprovechar de contra los espacios que Wanderers dejaba en el fondo, producto de que se iba arriba en busca del tercer gol.
Las áreas pocos se pisaban, el match se entrecortaba mucho, producto de continuas faltas de uno y otro bando, ante un permisivo árbitro Marcos Beltrán, de pésima tarde.
En Wanderers, José Luis Blanco comenzó a mover el banco y mandó al campo de juego a Lucas Álvarez , Adrián Palles y Germán Cabrera, por Felipe Moraes, Lucas Pastorín y Marcos Machado respectivamente.
Si bien no se notó una mejoría desde los estructural y desde el funcionamiento colectivo del equipo, el bohemio comenzó a insinuar y a acercarse con peligro sobre la valla de Matías González.
A falta de 10 para el cierre del partido, lateral a favor de Central, antes de ejecutarlo el juego se detiene por la lesión de Robert Acosta, increíblemente Germán Cabrera toma el balón y realiza el saque de manos, cuando, tanto el árbitro como el primer asistente, Gonzalo de la Fuente, habían indicado lo contrario.
De esa “avivada” nace la jugada del tercer gol de Wanderers, anotado nuevamente por Lucas Suárez, ante la pasividad tortera.
Mientras que los futbolistas bohemios celebraban el gol, los de Central arremetieron contra el árbitro Beltrán y, en ese “tumulto”, se va expulsado Raúl Echandía.
Los minutos finales fueron con un equipo “visitante” volcado en ataque en busca del descuento que le otorgase la clasificación, un “local” apostando a la contra, en busca de liquidar la llave.
En los descuentos fue expulsado Kelvin Carrasco, dejando a Central con nueve futbolistas frente a once de Wanderers, que se aferró al 3-1 y terminó logrando una clasificación muy festejada, justa y merecida.
Párrafo aparte para el árbitro Beltrán, que claramente incidió en el resultado final, con un tercer gol que nace de un horror arbitral.
Ahora, el rival de Wanderers en cuartos de final será Nacional, de Nueva Helvecia, que ayer derrotó 1 a 0 a Atlético Florida, en juego consumado en el estadio Campeones Olímpicos.
El juego de ida se jugará el fin de semana en Nueva Helvecia.