La convocatoria pide “revertir la medida del gobierno” y apunta a “lograr las inversiones” para que el cobre siga fundiéndose en Chile.
Los trabajadores de la minera estatal chilena Codelco, la mayor productora de cobre del mundo, comenzaron en la mañana de este miércoles un paro nacional indefinido en protesta por la decisión del gobierno de Gabriel Boric de cerrar la fundición de metal Ventanas que opera en la bahía de Quintero-Puchuncaví, unos 100 kilómetros al noroeste de la capital Santiago, zona en la que hubo cientos de intoxicaciones en las últimas semanas.
La convocatoria de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) pide “revertir la medida del gobierno respecto al cierre de Ventanas” y apunta a “lograr las inversiones” para que el cobre siga fundiéndose en Chile en mejores condiciones.
En total son más de 25 sindicatos que están movilizados, agrupando a cerca de 40.000 trabajadores. Los accesos a las comunas de Quintero y Puchuncaví se encuentran tomados por barricadas, informó radio Bío Bío.
En la Ruta F-30E, conocida como Camino Internacional y que conecta con la ciudad de Concón, trabajadores de la fundición incendiaron barricadas, lo que provocó complicaciones en el tránsito y una gran cantidad de humo negro, informaron medios locales.
En las cuatro divisiones de Codelco Norte en la provincia del Loa, región de Antofagasta, también fueron bloqueados los accesos y hubo manifestaciones.
“El plan de cierre desconoce toda una cadena productiva que ha sido parte esencial del desarrollo de las comunidades de ambas comunas en la zona costera, que por décadas han vivido y trabajado en relación con la producción industrial del cobre y otros minerales”, protestaron los empleados de Codelco, a quienes el gobierno les prometió que no se perderían los puestos de trabajo.
La FTC descartó participar de la mesa de trabajo convocada por el gobierno, donde se revisará la modificación del proyecto de ley necesario para avanzar con el cierre de Ventanas.
Problemas de contaminación
La planta estatal mantiene detenida la producción desde el 6 de junio, mientras culmina mantenimientos y aplica ajustes operacionales indicados por el controlador ambiental oficial tras el enésimo episodio de intoxicación de la población, que afectó a casi 100 personas, en su mayoría menores de edad.
Codelco negó responsabilidad en los casos de toxicidad y dijo que al momento de registrarse los hechos operaba con emisiones dentro de los parámetros permitidos.
Sin embargo, el directorio de la estatal anunció el pasado viernes que cerraría definitivamente la fundición porque la planta “está localizada dentro de un complejo industrial, minero, energético y portuario cuyas condiciones ambientales han causado incidentes que afectan, especialmente, a niños y niñas de escuelas y jardines infantiles, así como a adultos mayores”.
El cierre de la fundición, aseguró Boric, no afectará los trabajos de los más de 700 empleados y contratistas de Codelco en la planta, quienes tienen sus puestos “asegurados en otras divisiones de la empresa, en las mismas condiciones que tienen actualmente, sin menoscabo alguno”.
