viernes, septiembre 20

Cuando se habla del golpe de Estado de hace 50 años, hay dos instantes que quedaron suspendidos en el aire y aun hoy reverberan y sirven de testimonio para todas las generaciones: uno, el discurso de Wilson Ferreira Aldunate en esa noche, durante la última sesión del Senado y una foto, la más emblemática de la madrugada del 27 de junio, cuando la turba uniformada ingresa a un Palacio Legislativo ya vacío, donde solo quedaba el olor al miedo por lo que vino después: muerte, desaparecidos, cárcel, exilio y represión indiscriminada.

Leer más