El edil nacionalista Nelson Bentancor alertó sobre la acumulación de agua estancada y la proliferación de ratas cerca del vertedero municipal, en las inmediaciones de la ciudad de Durazno.
Durante la sesión del pasado 12 de junio en la Junta Departamental, el edil Nelson Bentancor volvió a reclamar por la situación del camino de acceso a la zona de Rebollo, ubicado detrás de la ciudad. Según explicó, aunque la vía fue recientemente elevada, no se resolvió el problema del drenaje: “El camino lo levantaron bien al medio, pero quedaron dos lagunas de agua a los costados, una de cada lado”, señaló.
Bentancor denunció que las cunetas están obstruidas, lo que impide el escurrimiento y convierte la zona en un “pantano” cuando llueve. Advirtió que si no se limpia el caño y no se despejan las cunetas con maquinaria adecuada —una retroexcavadora y un camión, según sugirió—, el problema persistirá y afectará directamente a los vecinos que transitan esa vía. “Ha venido seco el invierno, pero si fuera lluvioso, ya no saldrían”, remarcó.
En el mismo tramo de su intervención, el edil pidió que este planteo llegue al actual director de Obras, Matías Cabrera, o a quien asuma en los próximos meses. A su juicio, “venimos a hablar de los problemas de los vecinos, y si no se hace nada, venimos en vano”.
Plaga de ratas cerca del vertedero
Bentancor también se refirió a una grave situación sanitaria que afecta a las viviendas cercanas al vertedero municipal. Describió la existencia de un importante foco de ratas junto a una casa ubicada en las inmediaciones de la feria de Andrade, donde los residentes han debido guardar los alimentos en armarios cerrados debido a la invasión nocturna de roedores: “Han comido zapallos, boniato, papa… no se puede tener nada guardado”, detalló.
El edil denunció que el problema se origina en un sector donde se acumulan restos de estructuras viejas, como los palos del puente, que se encuentran apilados de forma desordenada desde hace tres o cuatro años. Bajo esa pila de madera, aseguró, se concentran “todas las cuevas de ratas”, que por la noche invaden los caminos y alrededores.
“Eso no solo afecta a José Luis Soma —uno de los vecinos afectados—, sino a muchas familias que viven cerca, con criaturas chicas”, alertó Bentancor, al tiempo que advirtió sobre los riesgos sanitarios asociados a la expansión de estos animales: “La rata es un animal infectoso”.
Pedido a las autoridades
Dirigiéndose directamente a la actual directora de Servicios y a quien pueda ocupar ese cargo próximamente, Bentancor reclamó el retiro inmediato de los materiales acumulados y una intervención concreta: “Levantar los palos, estivarlos, dejar el hueco limpio, echar veneno y buscar una solución”. Enfatizó que el problema lleva años sin resolverse: “Hace años que venimos que vamos a cambiar el vertedero… pero esa barca no se mueve”.
Finalmente, recordó que el vertedero está “al lado de la ciudad, de un parque, de casas y vecinos”, por lo que considera inadmisible que continúe funcionando como criadero de ratas. “Es un tema grave para las familias de Durazno y sobre todo para las criaturas”, concluyó.