El operativo Corvus II desarticuló una red criminal que operaba en Montevideo, Canelones y Durazno, incautando armas, drogas y dinero en múltiples allanamientos.
El departamento de Durazno fue uno de los escenarios principales del operativo Corvus II, una investigación de gran escala que permitió desmantelar una organización criminal dedicada al tráfico interno e internacional de armas, municiones y drogas. La acción fue coordinada por la Fiscalía de Estupefacientes de 1.° Turno junto a la Dirección General de Información e Inteligencia Policial.
Como parte del procedimiento, se realizaron 12 allanamientos simultáneos en Montevideo, Canelones y Durazno, donde fueron detenidas 10 personas e incautado armamento de diverso calibre, incluyendo una pistola 9 mm, una escopeta calibre 12 mm, un rifle monotiro y una chumbera calibre 4,5 mm. También se decomisaron un kit Roni, chaleco antibalas, cargadores para Glock 9 mm y municiones calibre 36.
Drogas, dinero y más incautaciones
Durante los procedimientos, también se confiscaron sustancias estupefacientes como pasta base, marihuana y cocaína, junto con 137.389 pesos uruguayos, 23.300 pesos argentinos y 14 teléfonos celulares. La operación incluyó, además, requisas en las Unidades N.º 3 y 4 del Instituto Nacional de Rehabilitación, donde se encontraron 11 celulares, 17 envoltorios con sustancia amarillenta presumiblemente pasta base y dos con sustancia blanca.
Condenas y formalizaciones
Como resultado de las audiencias judiciales, cuatro hombres fueron condenados por delitos relacionados al tráfico interno de armas de fuego y municiones. Uno recibió ocho meses de prisión efectiva, mientras que los demás deberán cumplir penas en régimen de libertad a prueba o vigilada.
Un hombre de 26 años fue formalizado por posesión de drogas en reiteración real con tráfico interno de armas y tenencia de armas con signos identificatorios adulterados, y se le dictó prisión preventiva hasta el 24 de julio de 2025. Otro fue emplazado con medidas limitativas, cuatro recuperaron la libertad y uno permanece requerido.
El operativo Corvus II en Durazno y los demás departamentos fue posible gracias a la labor conjunta de diversas unidades, incluyendo la Guardia Republicana, la Dirección de Investigaciones de Prefectura Nacional Naval, y varias dependencias de la Policía Nacional.