Desde hace poco más de una semana, aquellas personas que transitan por calle Manuel Oribe han notado un movimiento especial entre las calles 4 de Octubre de 1828 y Miguel Rubino, a la altura de la plaza Ítala Mondragón de Fernández, donde obreros y máquinas iniciaron las tareas de remodelación y adecuación de este espacio de 950 metros cuadrados.
El proyecto está a cargo de la arquitecta Ana Laura Báez y contempla una cancha de básquetbol, una batería de juegos infantiles moderna, con pavimento de goma, hamacas y acceso inclusivo, mobiliario urbano consistente en bancos y papeleras, reacondicionamiento de la pérgola y construcción de gabinetes higiénicos, lo que estará acompañado por una iluminación con tecnología led y cámaras de videovigilancia.
“En este caso, se trata de una licitación abreviada, a la que se llamó para la reconstrucción total de la plaza, dado que la misma estaba en muy mal estado. La Intendencia está trabajando en la refacción de todas las plazas de Durazno y, en esta oportunidad, le tocó a esta en particular, y así fue que comenzamos a trabajar en ella.
Se trata de un terreno amplio de casi mil metros cuadrados, ahora estamos haciendo el movimiento de suelos y hacia el fondo se va a reconstruir una cancha de básquetbol, con protección para los predios linderos y así evitar el deterioro de los muros de los vecinos, cuidando y respetando la privacidad de cada uno. En otro sector va a ir un área de juegos para niños de distintas edades. La plaza también contará con un sector de hamacas. Asimismo, se restaurará la pérgola y se construirá un sector de servicios y baños”, explicó la profesional, quien también señaló que en áreas de pavimento se pintarán juegos como la rayuela para complementar la propuesta.
Los trabajos tienen un plazo previsto de tres meses, por lo que se es optimista de que para el ingreso de la primavera la ciudad de Durazno tendrá la recuperación de un espacio público que significa la oportunidad del encuentro de las familias.

Personas la utilizaban para pernoctar
Hasta hace pocos días esta plaza daba la penosa imagen de personas en situación de calle que allí pernoctaban —incluso algunas de ellas acompañadas de sus mascotas—, donde en las noches y parte de la mañana se podía observar a estas personas durmiendo, cuya presencia no solo genera una sensación de inseguridad, sino que los cartones, las bolsas y las botellas que llevan consigo también le daban un feo aspecto de falta de aseo al lugar.
Si tomamos en cuenta que este tipo de espacios públicos fueron creados con el fin de ser puntos de encuentro en cada barrio para socializar, integrarse y fomentar el diálogo entre los vecinos, en una sana convivencia entre personas que pertenecen a diferentes grupos sociales, y desde allí se aporta al descenso de los niveles de violencia que afecta a nuestra sociedad, estas presencias lejos están en línea con el cometido para los que fueron creados, por lo que dotar a esta plaza de cámaras de videovigilancia va a contribuir sin lugar a dudas a evitar que no sean utilizados en forma incorrecta.
Las herramientas legales vigentes son claras en este sentido. Tal es el caso de la ley 19.120, la que en un fragmento expresa: “Será castigado con pena de 7 a 30 días de prestación de trabajo comunitario a quien deteriore instalaciones, monumentos o semáforos, a quien defequen u orinen en espacios que no estén destinados a tal fin y a quienes acampen o pernocten indebidamente en los espacios públicos, luego de que se los haya intimado dos veces por parte de la autoridad competente. El que en lugar público o accesible al público se presentare en estado de grave alteración psíquica o física producida por alcohol o estupefacientes y el que por los mismos medios provocare en otros, dicho estado. El que solicitare dinero o cualquier otro bien, mediante actitudes coactivas o de acoso u obstaculizando o impidiendo de manera intencional el libre tránsito de personas por los espacios públicos. El que arrojare o esparciere basura en la vía pública o en lugares inapropiados o no destinados a esos efectos específicos”.
También, en el artículo 9 de la misma ley, se indica: “Declárese de interés general la preservación de los espacios públicos como lugar de convivencia, civismo y disfrute, donde todas las personas puedan desarrollar en libertad sus actividades preservando su libre circulación, ocio, encuentro y recreo, con respeto a la dignidad y a los derechos de los individuos”.
Además, en el artículo 14 se manifiesta: “el que fuera del ejercicio del derecho consagrado en el artículo 57 de la Constitución de la República, ocupare espacios públicos acampando o pernoctando en forma permanente en ellos, será castigado con pena de siete a treinta días de prestación de trabajo comunitario, si habiendo sido intimado dos veces de que desista de su actitud, por parte de la autoridad municipal o policial correspondiente, persiste en la misma. Siempre que se constaten las conductas referidas, la persona será trasladada a una dependencia del Ministerio de Desarrollo Social a los efectos de que se recabe su identidad, se le ofrezca una alternativa adecuada a su situación y se dé cuenta al Juez competente”.
Esta normativa debería aplicarse en todas las plazas de nuestra ciudad, velando para su cumplimiento el trabajo de la Intendencia de Durazno, el Ministerio del Interior y el Poder Judicial.