Aquellos que transitan por la avenida Apolo, cerca de la terminal de ómnibus Rodó, observarán que el paisaje ha cambiado.
Esto se debe a que en la mañana de ayer se procedió al derrumbe de las construcciones precarias que estaban ubicadas en la acera oeste de la mencionada avenida.
Allí se encontraban alojadas varias familias a modo de asentamiento irregular, las que el 16 de abril, a través del trabajo conjunto de la Intendencia de Durazno y el Ministerio de Vivienda, recibieron las viviendas que oportunamente había construido la empresa UPM en el barrio Moroni para alojar a los trabajadores eventuales, durante la construcción de la planta ubicada en cercanías de Pueblo Centenario.
Estas soluciones habitacionales cuentan con las comodidades básicas, tales como cocina, estar, dormitorios, baños y pequeño fondo cerrado, y se las dotó de mayor infraestructura.
A un mes de que las familias concretaron la mudanza, se procedió al derrumbe de lo que quedó de la infraestructura del asentamiento, donde semanas atrás se podía ver que se habían quitado techos livianos, puertas y ventanas y ayer se finalizó con la demolición de las paredes.
Como ya hemos informado en ediciones pasadas, ese predio formará parte de un nuevo polo de desarrollo comercial en la ciudad de Durazno, ya que se espera que en pocos meses se inicien las obras de construcción de un shopping y una terminal de ómnibus, lo que sin lugar a dudas cambiará el paisaje del ingreso sur de nuestra ciudad. Se estima que en el proceso de obra se generen unos 400 puestos de trabajo.