Las vueltas de la vida nos hacen reencontrar con amigos de diferentes experiencias, áreas y situaciones. Hoy tomo un café en un lugar de café invitado por el “Tornillo”, juramentado anarquista frente a ninguna conciencia, oriundo de los talleres de carpintería de barrio Las Monjas, con mayúsculas (ambos, las Monjas y él) y el “Cholo Villegas”, bohemio y malandrín plástico del Puerto de los Barriles, del barrio de los Potones, de los negros Casimiro y del pescador Lanzaro, quien siempre tenía un par de vacas en ordeñe.
Cuando digo esto no estoy diciendo que encarnara las vacas en la línea de los bagres, ni que malandrín plástico quiera decir que a veces sí y a veces no fuera malandrín sino que era ambas cosas a la vez por separado y a veces juntas. A ésta altura de la vida, cómo lo ha dicho Sabina ¡qué importa la talla de los Calvin Klein! Yo, Boliche Buenagua, egresado de la UnLA (Universidad de La Amarilla) me he entregado a esta amistad pues ¡si no tuve pruritos de andar con el cascarriaje de joven no me viá poner de esquisito ahora! Y aunque no soy mucho del café pero de la charla si, entonces accedí.
Así nomás sin cambiarme la ropa de fagina me apersoné y no me arrepiento, por ahora. Hemos quedado de no privarle a la sociedad, no duraznense, sino mundial, del destaque y enorme proyección actitudinal y moral que generan nuestras plumas.
Impulsaremos este boniato que decidió llamarse en acuerdo tripartito: “escritores de la nada”, en minúscula, rastrerito, contra los yuyos como decía Yupanqui. El mismo irá convocando a altas plumas como las nuestras a compartir sus miradas sobre los tópicos actuales, de antes, y sobre todo de los que son más creativos y prometedores: los mundos venideros.
Henchidos, que no es lo mismo sino casi que hinchados de esperanzas, convocamos a uds a qué gratuitamente se vean lustrados, barnizados, bruñidos con las ideas geniales que saldrán de nuestras mentes luminosas. Y entonces haremos gala y cerno de nuestra exhortación scaffiana, cuál teoría del big-bang: nos centraremos en pensamiento para descentrarnos en acción.