El Frente Amplio (FA) aspira a construir un camino de desarrollo en el que el pueblo deje de ser “objeto” para convertirse en “sujeto” de su destino, se da cuenta en las propuestas de base programáticas, presentadas ayer en Florida.
Vía streaming, la actividad fue seguida desde la ciudad de Durazno por dirigentes y adherentes que se hicieron presentes en el local de calles Artigas y Capurro.
Al analizar la realidad del país, la dirigencia de la coalición de izquierda puso de manifiesto que tras “quince años de avance hacia mayores niveles de desarrollo y justicia social,vive cinco años de contramarchas y retrocesos”.
Se sostiene que el concepto de desarrollo tiene cuatro pilares básicos: económico, social, ambiental y cultural. “Solo puede ser concebido, por un lado, bajo la óptica del bienestar humano, que implica políticas incluyentes para la creación de condiciones materiales de vida dignas y condiciones culturales que promuevan la igualdad y la libertad; por otro lado, debe asumir plenamente la responsabilidad de sustentabilidad ambiental y la transformación de las relaciones de género hacia una equidad completa”, se expresa.
Marca el rumbo
Se manifiesta que la construcción de una sociedad dueña de su destino necesita de la participación de todos. En la exposición de motivos se habla de la vigencia permanente de los principios y valores del FA: la democracia, los derechos humanos, la libertad, la igualdad, la solidaridad y la soberanía.
Se considera necesario tener un rumbo cierto y claro; para ello es imprescindible mirar el horizonte. “Pensar y trabajar a largo plazo también implica ir congeniando miradas y sumando la adhesión democrática de la población a ese nuevo sueño colectivo que genere la visión país imprescindible como motor de los cambios a realizar”, se añade.
Una prioridad
Según reza el documento presentado, una prioridad de las políticas públicas será generar trabajo de calidad vinculado a la estrategia de desarrollo sostenible y disminuir las inequidades laborales, particularmente las de género, generacionales, étnico raciales y territoriales. “Dado un escenario en que el cambio tecnológico seguirá desafiando al empleo y la demografía llevará a una caída de la tasa de actividad, se impone promover el aumento de la productividad de la población activa, de la mano de la educación, la formación profesional continua —incluyendo diferentes habilidades transversales, entre ellas las digitales— y la incorporación de conocimiento científico-tecnológico”, se agrega.
Se plantea profundizar las políticas activas de empleo vigentes y diseñar otras que promuevan el acceso equitativo e inclusivo a las oportunidades laborales, continuando y profundizando el apoyo a los pequeños emprendimientos generadores de puestos de trabajo, superando la precariedad e informalidad. Asimismo, se habla de impulsar “políticas de empleo juvenil” y “empleos verdes”, a la vez que garantizar el derecho al empleo de los grupos más vulnerables y revertir situaciones de precarización del empleo.
Pobreza
La lucha contra la pobreza y la desigualdad es otro de los ejes rectores del programa del FA. Se propone desarrollar políticas activas de combate a la pobreza, a corto y largo plazo, que posibiliten superar desigualdades estructurales (fragmentación socioterritorial, niñez en situación de pobreza, de género, entre otras).
“Evaluar y rediseñar los programas de transferencias para mejorar su impacto. La política salarial apuntará al incremento de los mínimos y de la participación de la masa salarial en el PIB. Las políticas activas de empleo incluirán asistencia a la búsqueda de trabajo, capacitación, reconversión de trabajadores, apoyo a pequeños emprendimientos, creación y subsidio de empleo. La estructura impositiva, el nivel y composición del gasto público cumplen un papel fundamental para mejorar la distribución de ingresos”, se añade.
Asimismo, se propone avanzar en la transformación del sistema tributario, reduciendo impuestos al consumo y fortaleciendo la imposición a la renta y el patrimonio con el criterio de progresividad.
Distribución
El FA parte de la base de que la solidaridad es un pilar central para que una sociedad adquiera capacidades de construir su presente y su futuro, permitiendo que cada uno encuentre su camino. “Todas y todos necesitamos el acompañamiento de la sociedad y del Estado, en una forma u otra, durante toda la vida. El bienestar de cada uno y de cada una está vinculado al bienestar de todas y todos”, se señala.
Se recuerda que durante los gobiernos frenteamplistas “se realizaron grandes reformas estructurales acompañadas de un importante incremento de la dotación presupuestal del gasto público social. El robustecimiento de la matriz de protección social permitió que el crecimiento económico fuese acompañado por una baja inédita en la pobreza”. En un sentido inverso, se cuestiona, “en estos últimos años de gobierno de la coalición de derecha se produce un gran retroceso, la pobreza aumentó y continúa teniendo cara de mujer y de niño y niña”.
Se habló de mejorar la distribución del ingreso y la riqueza con base en criterios de equidad y justicia social. “Ampliar la cobertura de la seguridad social, ya que las actuales prestaciones están fundamentalmente asociadas al trabajo formal y las de quienes no logran contribuir son otras, en general de menor calidad. Atender la situación de los trabajadores independientes, unipersonales y las nuevas formas de relación laboral, garantizando pisos básicos de protección social bajo un criterio de equidad con respecto a otras formas de trabajo”, se comenta.
Entre las primeras acciones del gobierno, aparece convocar un “amplio, democrático y genuino diálogo social” a todas las organizaciones políticas y sociales, a fin de procurar el mayor de los acuerdos posibles para llevar adelante los cambios y mejoras que deben introducirse a nuestro sistema de seguridad social”.
Educación, salud pública y vivienda
Las acciones prioritarias en materia de educación pasan por consolidar el rol del Estado como garante del ejercicio del derecho a la educación para todas las personas, durante toda la vida, y fortalecer el Sistema Nacional de Educación Pública como ámbito fundamental de coordinación planificada y sostenida entre los ámbitos educativos, atendiendo las diversidades territoriales.
Se plantea promover en los ámbitos educativos la participación como eje rector y estratégico en la profundización de la democracia y en la construcción y práctica de ciudadanía. En tal sentido, se apuntará a alcanzar la universalización de la cobertura de la educación en primera infancia, realizar un plan para la creación y adecuación de las plantas físicas edilicias y fortalecer el sistema nacional de formación profesional.
Salud
Respecto de la salud, se considera necesario recuperar y reafirmar la concepción de la salud como derecho humano, bien público y responsabilidad de Estado y Gobierno. “La atención en Salud no debe considerarse una mercancía, es un bien público al que se debe acceder sin ningún tipo de restricción económica, social, étnica, de género o geográfica”, se expresa. Se entiende pertinente intensificar el trabajo con usuarios y trabajadores para que todos puedan ejercer los derechos conquistados.
Las acciones prioritarias son ampliar y asegurar la participación de usuarios y trabajadores en todos los niveles de gestión del Sistema Nacional Integrado de Salud. Se menciona la intención de continuar con el proceso de transformación del sistema y los servicios de salud, habilitando la segunda generación de reformas, y avanzar hacia la aplicación de un modelo de atención centrado en el usuario y en el territorio.
Se dará prioridad a la atención integral en el área de la salud mental y a la ampliación y fortalecimiento de los programas que atienden la discapacidad en forma integral.
Vivienda
Las políticas de vivienda y hábitat, se dijo, serán consistentes con los lineamientos y directrices de ordenamiento territorial y urbano. “Es necesario desplegar políticas públicas de vivienda y hábitat para llegar prioritariamente, con herramientas adaptadas a cada una de las diferentes realidades territoriales, a todos aquellos sectores sociales y hogares que no acceden por la vía del mercado”, se añadió.
Se apuesta a enfatizar en el acceso al suelo con la localización, infraestructura y servicios necesarios, primer paso del acceso a la vivienda, fortaleciendo las carteras de tierras públicas, tanto nacional como departamentales, así como la dotación de saneamiento adecuado para todas las familias, llegando con soluciones adecuadas a las características propias de cada lugar, en particular a las pequeñas localidades.
Se dará continuidad a programas que, se sostiene, han probado ser exitosos, como las cooperativas de vivienda, Mevir y los programas para sectores de ingresos medios y medio bajos, fomentando alternativas a la propiedad privada individual y proyectos inclusivos y evitando la segregación. Asimismo, se apunta al desarrollo de una política nacional de alquileres combinando diferentes instrumentos.
Seguridad
En cuanto a un tema que viene pegando fuerte en la sociedad, la dirigencia de izquierda se expidió en favor de la convivencia pacífica, la seguridad y el combate a la criminalidad: “una sociedad más segura, menos violenta y protegida de la acción del crimen organizado”.
Un programa integral y progresista en materia de seguridad pública debe enfrentar las necesidades del hoy, protegiendo a los habitantes de la República, pero a la vez realizar esfuerzos significativos y sistemáticos para intervenir en las causas del fenómeno, construyendo acciones de largo plazo y acuerdos de amplio alcance social y político, se expresa.
La prevención del delito, el diálogo y la profesionalización de la función policial son algunas bases de la propuesta del FA.