“Mi vida ha estado ligada a la política. Extraño el diario contacto con la actividad”, dijo la nacionalista Libertad Pintos. Herrerista de nacimiento, lo define como el mejor político que conoció, y confía en que los blancos mantendrán el gobierno en el año 2024.
Alejada de la banca en el legislativo por la que trabajó, el acuerdo de compartir el período no se ha dado en los hechos y ello le ha traído problemas de salud de los que le cuesta reponerse, comentó. Heredada de su mamá, la admiración por Luis Alberto de Herrera tiene mucho que ver con políticas que, asevera, mantienen vigencia varias décadas después, caso concreto del impulso a la educación en diferentes áreas.
El trabajo
“Provengo de una familia en la que nunca se le tuvo miedo al trabajo”, expresa, al tiempo que recuerda sus primeros años en campaña, arando y vacunando al ganado. “Trabajé mi vida entera, nunca me resultó fácil, llegué a cocinar para afuera, hice el liceo en Montevideo, me casé y volví a vivir en el campo. Lo único que aprendí era que había que trabajar y que si te fundías, como nos pasó, debíamos redoblar esfuerzos para pagar las deudas. Se debían honrar los compromisos asumidos y, como Dios nos ayudó, con mucho apoyo familiar, mi madre era una campeona, de origen muy humilde, pero dejaba el alma trabajando. Fue lo que aprendí con ella, y de los cinco hermanos fui la única que siguió sus pasos en la actividad política”, contó. “Trabajo y política siempre fueron de la mano en mi vida”, agregó la dirigente nacionalista, con una sonrisa propia de quien se siente satisfecho con su recorrido terrenal.
Por el más débil
Al hablar de su mamá, afloran recuerdos de una mujer humilde que se preocupó por apañar a los demás. “Decía: la política sirve para darle una mano a los que están en peores condiciones que nosotros. Siempre hay que mirar por el que está debajo de nosotros. Era muy clara, trabajadora, solo tenía tercer año de escuela rural; sin embargo, hablabas con ella y veías los conocimientos que tenía en diferentes áreas.” “La vocación política la heredó de nuestra abuela, hija de un servidor de Aparicio”, añadió.
“Del sector de Landoni, cuando en la década del 50 el Partido Nacional se abrió en dos. Ella se fue con la famosa Unión Blanca Democrática y mamá con Herrera, se adoraban, pero en períodos electorales llegaban a pasar tres o cuatro meses sin hablarse”, recordó con un claro dejo de nostalgia.
Engrudo cocido
Al repasar lo que define como una forma diferente de hacer política, Pintos repasó años en los que las mujeres trabajaban por un lado y los hombres por otro. “En el comité de calle Manuel Oribe y Morquio yo era la secretaria, compartía tareas con mujeres más grandes, como mi madre y Luisa Morales”, comentó.
“Se llevaban actas de cada reunión, se recopilaban los planteos y se recorrían los domicilios durante todo el año, en ciudad e interior”, precisó.
De los triunfos departamentales alcanzados, tiene una mirada muy especial del logrado a principios de los 70 con el doctor Raúl Iturria. “El comité estaba en el fondo de mi casa, por calle Herrera, con salida por Baltasar Brum. Andrade y Urioste habían alcanzado un acuerdo para compartir la diputación. Eran épocas de engrudo cocido para pegar la cartelería”, dijo. “Se ganó la diputación y la intendencia, con un Iturria que había llegado hacía muy poco tiempo de Sarandí del Yí”, enfatizó. “Raúl era un hombre muy agradable, alegre, que siempre estaba impulsando a quienes lo rodeaban”, agregó.
No lo inventé yo; el acuerdo (con Moreira) se firmó ante escribano público
“De las muchas decepciones recogidas ninguna se asemeja a esta última, a la que estoy viviendo”, dijo la dirigente nacionalista en directa alusión al no cumplimiento del compromiso contraído antes de las elecciones departamentales de setiembre del año 2020. “Me ha costado una enfermedad; no me encuentran qué es lo que tengo, más allá de los diferentes estudios realizados. Cuando uno recibe un golpe, una desilusión de forma tan directa, impacta en la salud”, añadió.
Con los papeles sobre la mesa, describió el acuerdo alcanzado para compartir la banca con Daniela Moreira. “No es algo que haya inventado. Yo había decidido no trabajar y cambié después de muchas llamadas de Vidalín, pidiéndome que hiciera el arreglo, y como en cada campaña dejé el alma en la cancha”, señaló. “Cacho vino a mi casa con el escribano”, relató, “no sé cómo ella, luego de lo que le dijeron, haga a otras personas cosas de este estilo. No cumplir un acuerdo con otra mujer, trabajando en Inmujeres, es de no creer, ¿qué puede decir?”. “Fue un acuerdo que se firmó, no fue de boca”, añadió la representante que por más de un período llegó a desempeñar la presidencia de la Junta Departamental.
Mentiras
“Es algo que lamento mucho. El desencanto ha sido muy grande, sobre todo por las mentiras que se han manejado. Se han dicho cosas que no son verdad en procura de justificar algo que no tiene justificación.
Si alcanzás un acuerdo y encima lo hacés suscribir por un escribano para darle mayor autenticidad, no podés actuar de esta manera”, sostuvo.
“Han llegado a decir que estaba con el Frente Amplio”, manifestó. “Solo alguien que no me conoce puede decir algo de esa magnitud. Tengo muy buenos amigos en la izquierda, mucho más leales que los propios míos, pero no soy del Frente Amplio. Es más, lo combatí desde la Junta Departamental, cómo pueden decir ello; no he hecho acuerdo alguno. Es muy triste mentir. Si uno hace algo mal, debe asumirlo, pero no arremeter con hechos que tan alejados están de la verdad”, afirmó.
Un gobierno que dio vuelta el país

A más de un año de las elecciones nacionales, Libertad Pintos no duda de la continuidad de su partido en el gobierno nacional. “Hoy desde el Frente Amplio solo se habla de sacarnos, pero no se manejan propuestas. Para Pereyra todo es negativo, no ha visualizado nada positivo cuando al país se lo ha dado vuelta en estos tres años. Se han hecho carreteras, podemos haber hechos cosas mal porque no somos perfectos, pero que el gobierno ha actuado bien no me cabe duda alguna. No podemos pensar que la gente no divisa todo lo bueno que se viene haciendo.”
Planteos sociales
De los múltiples planteos realizados a lo largo de su participación en la Junta Departamental, recuerda especialmente aquellos de índole social. “Soy jubilada del INAU, sé lo que es tratar niños, jóvenes, en situaciones difíciles. Trabajé en el patronato de encarcelados y liberados y en el Hogar de Ancianos. Me gustaba dar una mano. Soy de las que sostengo que a los presos se los debe preparar para cuando salgan, que puedan ganarse la vida honradamente”, sostuvo. Recordó que con el aporte de ediles se compraron los calefones para el Centro de Rehabilitación; “se les mejoró la calidad de vida, también a las mujeres”. “Todo se hizo con el aporte de muchos comerciantes del departamento”, agregó.