A partir de mañana, jueves 3 de abril, una calle de la ciudad de Durazno llevará el nombre de Prof. Delfino Alonzo Scheidegger, en reconocimiento a su invaluable legado como docente, deportista y referente de la educación física en la comunidad.
La iniciativa, presentada por el Intendente Carmelo Vidalín y aprobada por la Junta Departamental, busca rendir un merecido homenaje a un hombre que dejó huella en múltiples generaciones de duraznenses.
El acto se realizará a las 18:00 horas, en calle Pública, entre Polero y Dr. Carlos María de Pena. Allí, el Intendente Vidalín y un integrante de la familia del homenajeado dirigirán unas palabras, mientras que el conjunto de danzas “Weisman Sánchez Galarza” brindará una presentación especial.
Un legado imborrable en el deporte y la educación
Nacido el 29 de noviembre de 1929 en Chacras de Durazno, Delfino Alonzo Scheidegger se destacó desde joven en el ámbito deportivo. Formó parte de la selección de atletismo del Liceo Rubino, con la que obtuvo el Campeonato del Interior (1948) y el Campeonato Nacional (1949). Durante su formación en el Instituto Superior de Educación Física, rompió récords y brilló en pruebas de velocidad y lanzamiento.
Como docente, dejó su impronta en numerosas instituciones, siendo profesor en escuelas, clubes y en el Liceo Rubino. También entrenó y dirigió equipos que lograron hazañas deportivas, como la selección de fútbol del Liceo Rubino campeona nacional en 1973 y la selección de atletismo de 1974, junto a Nurimar Romero. Además, tuvo un papel clave en el fútbol duraznense y en el desarrollo de jóvenes talentos en el atletismo.
Su vida estuvo marcada no solo por su pasión por el deporte, sino también por su dedicación a su familia. Casado con Yolanda Ventura Algaré, tuvo cinco hijos: Elena, Ana (fallecida en 2014), Mario, Verónica y Adriana.
Su fallecimiento, el 23 de julio de 1995, a los 65 años, dejó un vacío en la comunidad, pero su legado sigue vivo en cada persona que tuvo el privilegio de conocerlo y aprender de él.