En Durazno, la exfiscal Gabriela Fossati se explayó sobre los problemas que hoy enfrenta la Fiscalía. Habló de “violación de normas”, “filtraciones en beneficio del Frente Amplio” y de un Jorge Díaz que “siempre está en las tinieblas”.
La profesional, que participó en el acto en el que un grupo de dirigentes wilsonistas del departamento oficializó su apoyo a la precandidatura comunal de Felipe Algorta, asume mostrarse muy activa en las redes sociales, por cuanto, más allá de la experiencia profesional, es nueva para el mundo de la política. “Mi conocimiento y contacto con la gente es gasolero. Las redes me permiten contactarme con todo el mundo”, señaló. Manifiesta que silencia a aquellos que contestan de forma grosera y dice tener amigos que no comparten sus ideas. “Mientras sean respetuosos, aportan”, añadió.
Filtraciones
Días pasados, tras lo acontecido en torno al Partido Nacional, que llevó a la renuncia de Iturralde a la presidencia del Directorio, en las redes manifestó que se debe poner atención porque todos los mensajes que se filtran van dirigidos a perjudicar a un sector, lo que no ocurre con los que podrían perjudicar al otro sector.
“Por lo menos, cuando yo era fiscal, en la investigación que realizaba por el caso pasaportes, todo lo que se filtraba era en beneficio del Frente Amplio y en perjuicio del Partido Nacional. Cuando empecé a investigar profundamente y a tener información de las administraciones anteriores, el presidente del Frente Amplio [Pereyra] hizo un escándalo. Me insultaron por las redes y el doctor Gómez me sacó en diez días. Increíblemente, en veinte días se archivó una investigación que yo estaba llevando al señor Leal. En ese lapso de tiempo nadie puede haber leído semejante investigación; por lo tanto, el archivo no obedeció al análisis de lo que había en el expediente”, indicó.
Profundizando sobre el particular, recordó que hace 14 meses que hay una fiscal y “no pasa nada. Cuando a mí me retiraron de la Fiscalía, tenía cinco personas formalizadas, tres penadas, dos formalizados que ya son penadas y estaba por citar, y en calidad de imputados, a unas veinte personas más. No pasó. Creo que hubo intencionalidad de que algunas cosas no se conocieran”.
Pelea de pares
Personalmente dice haber renunciado a un sueldo de 320 mil pesos que claramente resolvía su vida por “no estar dispuesta a trabajar en una institución donde se violaban las normas y donde un fiscal general acataba una orden del presidente de un sector político (Frente Amplio), sector político que se atrevía a insultar a una funcionaria y no pasaba nada. No quedó ahí. A mí un integrante de la Fiscalía, perteneciente a ese sector, me encerró en mi despacho y la conclusión fue ‘una pelea de pares’. A una mujer en su despacho entra un hombre, la encierra, la arrincona y, para el fiscal general, ello es una pelea de pares. Ahí está en juego la dignidad”. “Por supuesto que para mí como para cualquier persona el sueldo es muy importante, pero si uno sabe que las cosas se están haciendo tan mal, se hace cómplice o se va. Yo me fui y lo hice público”, añadió, en relación al libro recientemente publicado.
Cara oculta
A decir de la exfiscal con el libro La cara oculta del Sistema Judicial, lo que quiso transmitir es la realidad de “un sistema disfuncional generado a partir de una administración del Tribunal Fiscal General (Jorge Díaz) que quedó enquistado en una organización que tiene defectos importantes, que necesita cambios importantes y requiere sí o sí un apoyo del sector político. Si bien hoy hay una fiscal general que a mí me da todas las garantías (Dra. Mónica Ferrero) por capacidad, experiencia, honradez, contracción al trabajo, es claro que a los vicios que quedaron no los podrá resolver una sola persona”.
Considera necesario que se tome conciencia de que la institución necesita revisión, “rechipear” a algunos fiscales y controles. “No hay inspecciones”, aseveró, y recordó que el doctor Díaz las eliminó. “Pueden suceder cosas de las que no se enteren. En el interior las fiscales están muy solitarias. Hay delitos que no atienden porque no están priorizados en las instrucciones generales, pero sí están priorizadas por la Constitución y las normas internacionales. Los ciudadanos de todo el país tienen derecho a que todas sus ofensas sean atendidas”, agregó.
Alternativa
Más allá de la problemática denunciada, Fossati, como persona positiva que dice ser, expresa que una salida es posible. “Estoy convencida de que todo tiene arreglo. No sé si un arreglo drástico, como algunos pretenden. He visto muchos proyectos de código que fracasaron, pero sí veo una forma de arreglar este.
Hoy hay una buena fiscal de Corte. Nosotros desde la lista 2004 con Sumar estamos proponiendo una alternativa que es muy valiosa e importante: la querella privada. Empezamos plateándola para algunos delitos, pero luego va a poder ser para otros. Esa querella privada está prevista en el artículo 22 de la Constitución, que es el que establece que la persecución penal se hace por acusador público o por denuncia de parte. Nosotros lo que queremos es aplicar la Constitución. Esa expropiación del inicio de la persecución penal que dice que se hizo por ley, por la Fiscalía, en cuanto a la posibilidad de ir ante los Tribunales, no es lo que quiere la Constitución. Dejemos que la gente también tenga la posibilidad de ir directamente ante los Tribunales, con abogados”, sostuvo.
Entiende que esta será una solución muy importante para descongestionar la Fiscalía y para que la gente no se quede sin su respuesta.
En las tinieblas
Preguntada sobre el rol que juega Díaz en la actualidad, dijo que “siempre está detrás de las tinieblas. Antes era visible porque estaba, con su cara presente, hoy estoy convencida que mueve los hilos de varios de los problemas que están sucediendo”.
Manifiesta que no se debe ser muy brillante y que los jueces cuando llegan a una condena tratan, normalmente, que sea por prueba directa. “Hay ocasiones en que no se tiene pruebas directas y se llega a condena por indicios. En el caso de Jorge Díaz, todos los indicios le juegan en contra. Él emite tuits cuando están por salir noticias, contrata gente que no debe. Por ejemplo, organiza un grupo de litigación en una universidad privada y no tiene ningún profesor de derecho procesal, sí tiene al doctor Williman, al doctor Negro, a la doctora Zampayo, fiscal que ha realizado una carrera meteórica. Creo que estuvo un año y medio en el interior; no sé si en Montevideo estuvo en alguna fiscalía. Es la que se ocupa de la unidad de litigación y va a dar cursos para que los abogados que abonan por los mismos se enteren de los problema de la Fiscalía. Creo que es poco serio y detrás de todo ese tipo de situaciones que no deberían pasar, lamentablemente, está Jorge Díaz”, reflexionó.
Negó politización del Poder Judicial

En contraposición con lo que dejan entrever algunos actores, dijo no percibir que el Poder Judicial esté politizado. “Pertenecí al Poder Judicial y siento que los jueces siguen manteniendo la misma distancia. Obviamente que todos los jueces tienen su corazoncito, como sucede con los fiscales. En la Fiscalía ello también pasaba; cada uno tenía su corazoncito, pero no era atacado ni era elegido por tener una adhesión específica o pensar parecido a alguien”, indicó. Entiende que con Jorge Díaz y Juan Gómez ello sucedió. “Hay gente que ha hecho carreras demasiado meteóricas; hay gente que ha sido perjudicada, que está en las puertas de la capital y tiene una experiencia mucho más vasta que otros que están en la capital”, agregó. No duda de que debe hacerse un “reformateo” total, prepararlos y salir a campo. “Hay fiscales que prácticamente no se han constituido en la escena de los hechos, no conocen a la gente, no hablan con ella, no la reciben. Son problemas en los que se deberá trabajar, ocuparse con seriedad”, afirmó la profesional.
A la política con “otro conocimiento”
Fossati, que apoya la precandidatura presidencial de Laura Raffo, dijo haberse acercado a la política para seguir trabajando para que el sistema mejore, “desde otro lugar, con un conocimiento que los políticos tradicionales no tienen. Yo lo tengo por haber estado 32 años en el sistema judicial. Hay leyes que se han emitido con mucha calidad y otras que no tienen la calidad necesaria. Hay que trabajar para volver a tener leyes de calidad. Nosotros tuvimos un Parlamento con gente absolutamente ilustrada, muy estudiosa. De la calidad de las leyes depende posteriormente la aplicación y su resultado”.
A manera de ejemplo, expresó que la de género fue una ley con muy buena intención, pero lamenta que no se haya analizado en detalle. “Se podían advertir los perjuicios que iban a tener ciertas personas con derechos, como los hombres, con algunas de las normas que se piensa modificar. Entre otras cosas, regula situaciones que son inexplicables. Los niños y los adolescentes varones, que son víctimas de violencia de género, son amparados de acuerdo a la ley de violencia doméstica, del año 2002; las niñas y adolescentes, por la ley de género. Dígame cuál es la diferencia entre un niño y una niña. Estamos incumpliendo las convenciones internacionales porque dicen que ellos son de interés prioritario, sean de un sexo u otro”, comentó.