Luego de haber transcurrido varios años y también varias generaciones de estudiantes, en este 2023 y por primera vez en la historia, la localidad de La Paloma contará en su liceo con sexto año.
Desde estas páginas, en reiteradas oportunidades se hizo referencia a la inquietud de los estudiantes, como así también de sus familias, ya que en el liceo “Islas de La Paloma” se podía cursar hasta cuarto año de secundaria, pero para completar el bachillerato había que viajar a la vecina localidad de Blanquillo, un poco más lejos a Sarandí del Yí. Otros podían acceder a las becas estudiantiles y terminar los estudios en la ciudad de Durazno.
Todo esto significaba un sacrificio que iba desde el desarraigo de su pueblo, cuando había que radicarse en otra ciudad, lo que en muchos casos provocaba la deserción ya que los jóvenes no se adaptaban al cambio, el sacrificio económico que las familias debían afrontar ya que no todos accedían a las becas disponibles y en el caso de los estudiantes que viajaban a Blanquillo, el vehículo que los trasladaba, parte de esos gastos se hacían cargo los padres de los alumnos, más allá de las partidas que eventualmente llegaban desde el gobierno nacional y departamental.
Incluso, en el año 2010, autoridades de la educación viajaron a La Paloma para escuchar el reclamo de los vecinos preocupados por el futuro de la educación de sus hijos, donde la respuesta que se les dio es que para el año siguiente (2011) sería probable un quinto año e incluso la construcción de un nuevo liceo, según lo había expresado en abril de 2010 la Profesora Alex Mazzei, quien entonces, era la Presidenta del Consejo de Educación Secundaria “el año que viene, tenemos que tener en cuenta que estamos frente a una nueva ley de educación que establece la división del consejo de educación secundaria en dos consejos ciclo básico por un lado y bachillerato por otro, por lo que en ese caso tendríamos que pensar en construir otro liceo de bachillerato que no sería un quinto en este liceo sino otra institución en la propia localidad de La Paloma»
En esa época, los alumnos que culminaban cuarto año y pretendían completar el bachillerato, se encontraban con la dificultad de que en su liceo no lo podían hacer. La opción más cercana era Blanquillo y el inconveniente que tenían era que no siempre coincidían los horarios del servicio de transporte de pasajeros que contemplara la hora de entrada y de salida de las clases, por lo que, como solución paliativa, se instrumentó el servicio de un micro con aportes que hizo la Intendencia de Durazno, aportes del gobierno nacional y de los propios padres de los adolescentes.
Lo cierto es que transcurrieron 12 años para que, en parte, se concretara lo anunciado ya que el año pasado se logró contar en dicho liceo con quinto año y en este 2023 por primera vez en la historia, La Paloma contará con un sexto año en orientación Derecho.
Según se indicó desde la localidad ubicada al este de nuestro departamento, durante estos días se ha incrementado el número de inscripciones, llegando al 95 por ciento del cupo disponible.
Mientras tanto, se sigue esperando por la promesa de la construcción de un nuevo edificio que permita contemplar los cursos de ciclo básico y extender la oferta de bachillerato para aquellos estudiantes que deseen otras opciones como biológico, científico, arquitectura, economía, medicina y agronomía ,más aún, si se tiene en cuenta que el futuro de los jóvenes del interior profundo, depende en gran medida de la formación y de la capacitación a la que puedan acceder, para ello hay que facilitar que tengan las mismas oportunidades con las que cuentan aquellos otros que viven en las grandes ciudades.
Las dificultades de estudiar en el interior profundo
Si a la odisea de poder culminar el bachillerato en La Paloma le sumamos el desafío de poder formarse en una carrera terciaria, encontraremos que las dificultades son aún mayores, donde muchos de estos jóvenes, por falta de oportunidades dejan por el camino sus sueños y la vida los va llevando por otro camino del que en realidad habían pensado transitar, pero también están aquellos que se revelan ante las adversidades y lejos de renunciar a sus sueños, luchan, se sacrifican y agotan todos los recursos para sortear los obstáculos que se presentan a diario, así sea tener que trasladarse hasta la zona de un cementerio donde la señal de internet es buena y así poder participar de una clase virtual, como le sucedió a la estudiante Melanie Alfonso de 19 años quien cursa Facultad de Medicina y durante la pandemia se tuvo que regresar desde Montevideo hacia su casa en Cuchilla de Ramírez ya que las clases se dictaban en forma virtual y la conectividad donde vive era prácticamente nula. Misma situación que padecieron otros estudiantes de otras carreras universitarias oriundas de este paraje de aproximadamente cien habitantes que se encuentra en la zona de influencia a La Paloma.