Uruguay cayó 2-0 con Paraguay en las Eliminatorias y el planteo de Marcelo Bielsa volvió a quedar expuesto: errores tácticos, falta de respuestas y un equipo sin rumbo en la cancha.
Uruguay cayó 2-0 con Paraguay en el Defensores del Chaco y no solo perdió tres puntos clave en las Eliminatorias, sino también algo más profundo: el sentido colectivo del equipo. Bajo la conducción de Marcelo Bielsa, la Celeste mostró su versión más pobre, sin claridad en el juego ni capacidad de reacción.
El inicio ilusionó, pero solo duró unos minutos. Un error en la salida terminó en el gol de Matías Galarza a los 12 minutos, y a partir de allí el equipo se desmoronó. Sin Valverde ni Bentancur, el mediocampo quedó partido. Ugarte y Nández fueron superados, De Arrascaeta desapareció del partido, y los errores en defensa se repitieron una y otra vez.
Los cambios tampoco aportaron soluciones. El ingreso de Piquerez por un flojísimo Olivera, o de Zalazar para intentar darle manejo al medio, fueron reacciones tardías. Mientras tanto, Enciso se encargó de sellar el marcador con un penal a los 81 minutos, tras una falla grave de Araujo en la salida.
El diagnóstico es claro: el equipo no tiene funcionamiento, no tiene variantes, y depende de destellos individuales. La mano del técnico no aparece en los momentos difíciles. En un torneo tan parejo como este, cada punto cuenta, y Bielsa todavía no encuentra respuestas.
Con esta derrota, Uruguay está quinto, pero si Colombia gana, caerá al sexto lugar. Más allá de los números, lo preocupante es que el proyecto parece haberse quedado sin ideas.