Pancha, la hipopótama del Bioparque de Durazno, es el único ejemplar de su especie en el país y lleva más de cuatro décadas viviendo en este espacio natural del centro del país.
Con aproximadamente 3.000 kilos de peso y más de 40 años de vida, Pancha se ha convertido en una figura emblemática del Bioparque “Washington Rodríguez Piquinela”, ubicado en el kilómetro 182.500 de la Ruta Nacional N.º 5, en el departamento de Durazno.
La Intendencia de Durazno presentó recientemente su historia como una forma de invitar al público a conocer el Bioparque, que permanece abierto al público de jueves a domingo, de 11:00 a 18:00 horas, con entrada general a $ 105.


Pancha llegó desde un zoológico de Brasil cuando tenía apenas 2 años y desde entonces ha permanecido en el Bioparque, donde habita un recinto diseñado para su bienestar, con laguna, sombra natural y amplios espacios para moverse. Su dieta incluye frutas, verduras, alfalfa y ración balanceada, elementos clave para mantener su salud en la adultez.
Quienes recorren el Bioparque pueden verla descansando al sol o alimentándose, ya sea desde el mirador o caminando por senderos que bordean su zona. Su presencia llama la atención de visitantes de todas las edades.
En 2016, el equipo del Bioparque intentó buscarle compañía, pero no fue posible concretar el arribo de otro hipopótamo, ya que no había ejemplares disponibles en la región.
A pesar de su vida solitaria, Pancha se ha adaptado al entorno duraznense y forma parte del paisaje cotidiano del Bioparque, donde convive con otras especies y recibe cuidados veterinarios regulares. Su longevidad y estado de salud son reflejo de una atención constante.
Más allá del atractivo turístico, su historia plantea preguntas sobre la conservación, el bienestar animal y el papel de los parques zoológicos en la actualidad.