Minerva Foods en Uruguay aumentó su facturación un 53,4% en el primer trimestre de 2025, pese a los reclamos de trabajadores en BPU, Carrasco y Canelones.
Minerva Foods en Uruguay se consolida como una de las piezas clave del mayor exportador de carne vacuna de Sudamérica, en un contexto de crecientes tensiones laborales en sus plantas frigoríficas de Durazno, Carrasco y Canelones.
Mientras los sindicatos, encabezados por SOOF BPU y gremios pares, reclaman mejoras en las condiciones laborales y paralizan actividades, la compañía brasileña reportó un crecimiento interanual de 53,4% en su facturación en Uruguay durante el primer trimestre de 2025, alcanzando los R$ 1.137,6 millones (USD 221 millones) frente a los R$ 741,7 millones (USD 139 millones) del mismo período de 2024.
Resultados globales con impacto local
A nivel regional, Minerva Foods alcanzó un 21% de participación en el mercado sudamericano, consolidando su posición como el mayor exportador de carne bovina del continente. Según el informe financiero correspondiente al primer trimestre del año, la firma registró ingresos globales por R$ 11.376 millones (USD 2.209 millones), con una ganancia neta de R$ 185 millones (USD 35,9 millones), lo que representa un aumento del 56% interanual.
La compañía atribuye este desempeño al repunte del mercado chino tras un período de desaceleración, y a las restricciones en la oferta de carne vacuna en Estados Unidos, factores que han potenciado la demanda por carne sudamericana de calidad.
El rol de Uruguay en la expansión de la empresa
Uruguay representa una de las plataformas operativas más importantes para la estrategia regional de Minerva Foods. Con varias plantas en funcionamiento —incluido BPU sobre Ruta 14— el país forma parte del grupo de naciones que aportan el 72% de los ingresos brutos regionales por fuera de Brasil, junto a Paraguay, entre otros.
Para lo que resta del año, la firma proyecta ingresos globales de entre R$ 50.000 y R$ 58.000 millones, en una trayectoria ascendente que apunta a sostener el liderazgo continental.
“La capacidad productiva optimizada y la reputación de la carne uruguaya en mercados como la Unión Europea, Oriente Medio y Asia han sido clave en este crecimiento”, destacan desde la compañía.
Tensiones laborales y demandas sindicales
Este auge contrasta con los conflictos gremiales que atraviesan varias plantas de Minerva Foods en Uruguay. Los sindicatos de trabajadores frigoríficos denuncian carencias en condiciones laborales y reclaman acciones concretas por parte de la empresa para mejorar el entorno de trabajo.
En Durazno y Canelones, las paralizaciones se han vuelto frecuentes en las últimas semanas, mientras se multiplican las instancias de diálogo en busca de una salida que contemple tanto el bienestar de los trabajadores como la continuidad operativa de los frigoríficos.
Un modelo basado en sostenibilidad
Además de los resultados financieros, Minerva Foods ha difundido en sus informes el compromiso con una ganadería responsable, basada en la reducción de emisiones de carbono, el bienestar animal y la trazabilidad total de sus productos. Estas prácticas sostenibles forman parte de la estrategia de posicionamiento global de la empresa, especialmente en mercados exigentes en términos sanitarios y ambientales.
En resumen, mientras los reclamos sindicales marcan el pulso interno de las plantas uruguayas, Minerva Foods en Uruguay se proyecta como una pieza clave de un gigante exportador que sigue creciendo.