El Observatorio de Aves, ubicado en los humedales del río Yí, cerca de la playa del Puente Nuevo, vuelve a estar en funcionamiento tras un arduo trabajo de restauración llevado a cabo por la Intendencia de Durazno.
Daños por vandalismo
La infraestructura, concebida como un espacio para disfrutar la naturaleza, había sufrido serios daños por actos de vandalismo, como el robo de más de 100 tablas de la pasarela de madera y focos de incendio que deterioraron la estructura. Esto obligó a su clausura en febrero para garantizar la seguridad de los visitantes.
A pesar de medidas preventivas, como cerrar el acceso con cadenas y candados, estos elementos también fueron sustraídos. Sin embargo, con el inicio de la temporada estival, el observatorio fue recuperado, incluyendo la sustitución de las maderas faltantes y la colocación de un nuevo portón.

Un santuario para la biodiversidad
Este espacio, de singular importancia ecológica, alberga una rica biodiversidad. Entre las aves que se pueden observar destacan el Garibaldino, la Garza colorada grande, el Pato Brasilero, el Chajá y hasta especies migratorias como el Gavilán Langostero, que llega desde Alaska.
Los humedales no solo son refugio para la fauna, sino que cumplen funciones esenciales como regular el ciclo del agua, filtrar contaminantes y mitigar olores provenientes de afluentes sanitarios de la ciudad.
Próximos pasos: educación ambiental
La Intendencia planea renovar la cartelería informativa e implementar tecnología QR para que los visitantes accedan a datos sobre la flora y fauna del lugar, fomentando la conciencia ambiental y el cuidado de estos valiosos ecosistemas.