A pesar de su intención de mantener un perfil bajo debido a su estado de salud, el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, admitió que el impulso de colaborar en las elecciones le impidió desvincularse completamente de la actividad. Desde la tranquilidad de su casa, Vidalín confesó que “tengo mi corazoncito”, y aunque buscó reducir su participación por recomendación médica, sintió la necesidad de apoyar a su partido.
La jornada de Vidalín fue moderada, con visitas a iglesias, centros de votación y un almuerzo familiar antes de regresar a casa para recuperar energías. “Por salud, intenté hacer menos horas, pero con el mismo gusto”, señaló el intendente.
Un mensaje de unidad para Durazno
Vidalín también hizo un llamado a la unidad, destacando que los representantes de Durazno deben ser “del partido Durazno” antes que de cualquier sector político. Invitó a los vecinos a no enemistarse por política, enfatizando que la buena vecindad es fundamental en la comunidad. “Vemos debates encarnizados que terminan en abrazos en los pasillos; ese respeto también debemos cultivarlo”, dijo.
Posible rol en el Senado
Aunque planeaba retirarse para descansar, la posibilidad de ser suplente en el Senado despertó su compromiso de representar a Durazno en temas clave como la descentralización educativa y la seguridad. “Si se diera, me dedicaría a llevar las necesidades de la ‘República de Durazno’ al Senado”, concluyó Vidalín.