Julis Lerena, presidente de la organización de la sociedad civil de los barrios Durán, Duraznito y La Curva, ha dado su versión sobre el despido de Sebastián Romero, gestor del CAIF Travesuras. Según Lerena, la decisión se basó en problemas de administración y una falta de confianza por parte de la comisión.
Contexto del conflicto
En entrevista exclusiva con El Acontecer, Lerena contextualizó el conflicto, mencionando que la comisión del CAIF, que atiende a niños y familias, tomó la decisión de despedir a Romero debido a lo que describió como “mala administración” y una “falta de confianza”. Según Lerena, la situación se agravó cuando se descubrió que Romero, quien actuaba como nexo entre la comisión y los empleados, no gestionaba adecuadamente los recursos del centro.
Mala administración y decisiones financieras
Lerena detalló que, aunque no se ha encontrado evidencia de desfalco, sí se identificaron problemas en la administración financiera, que incluyeron compras innecesarias y el mal manejo de fondos. “INAU nos dijo que si despedíamos a Romero por no ser de confianza, ellos se harían cargo de la indemnización. De lo contrario, tendríamos que asumir los costos nosotros”, explicó Lerena.
Respuesta a la oposición del sindicato
El despido de Romero ha generado una fuerte oposición por parte del sindicato SINTEP, que ha manifestado su descontento con la decisión. Sin embargo, Lerena sostiene que la mayoría de la comunidad respalda a la comisión, y que las críticas provienen principalmente de un pequeño grupo de empleados y sindicalistas.
Futuro del CAIF Travesuras
A pesar de la controversia, Lerena asegura que el CAIF sigue funcionando con normalidad bajo la supervisión de un nuevo funcionario. “El CAIF continúa con su tarea habitual, y la disconformidad se limita a 3 de los 14 trabajadores. Nuestro objetivo es seguir adelante y asegurar que el centro funcione de manera eficiente y en beneficio de la comunidad”, concluyó Lerena.