En diferentes áreas como cultura, deporte y formación académica, a lo largo y ancho del mundo, se encuentran duraznenses que dejan en alto el prestigio de nuestro departamento.
Se trata de logros personales que con el apoyo inquebrantable de la familia se alcanzan y se transforman en timbre de honor para aquellos que con orgullo somos duraznenses.
Es el caso de Oriana Montti, quien recientemente obtuvo el título de doctora en Economía en Massachusetts, puntualmente en su capital, la ciudad de Boston, fundada en 1630, una de las más antiguas de Estados Unidos.
Para esta joven, el reto no fue fácil ya que la distancia con su familia, la idiosincrasia de los norteamericanos y la alimentación fueron pruebas que estuvieron a la orden del día, durante el transcurso de su carrera, en el norte del planeta.
“Estoy muy contenta, también cansada, aún recuperándome de lo que fue el último tirón de preparar la tesis y demás, pero muy contenta y por estos días acá en Durazno, visitando el pueblo”, así comenzó el diálogo de Oriana con El Acontecer.
Luego, fue narrando el proceso previo y durante la carrera para obtener este importante título. “Realicé el Doctorado en Economía; estuve en Boston desde agosto del año 2018. Mi tema de especialización es el comercio internacional y las inversiones extranjeras, en particular en relación a China y Estados Unidos. Yo estaba trabajando acá en Uruguay en el Ministerio de Economía y Finanzas, como asesora, y siempre había tenido de chica la idea de estudiar en el exterior. Uno, a veces, estando acá en Durazno no accede a tanta información de qué pasos seguir para ir a estudiar en el exterior y estando en Montevideo, con mayor información, fue que decidí postular. Ese proceso me llevó un par de años, dar exámenes y aplicar a las distintas universidades”, comentó.
Forma de estudiar diferente
Cada país tiene su idiosincrasia, costumbres y formas de trabajo totalmente distintas. Por ello, para Oriana, estudiar en Estados Unidos fue un desafío muy distinto a la forma en que lo hizo en la facultad en Uruguay.
“Yo acá estudié Economía en la Facultad de Ciencias Económicas y Administración, en la Universidad de la República, obviamente en español. Entonces, en Boston los conceptos económicos al principio me costaban un poco porque eran en inglés y ahora me pasa al revés, porque tengo los conceptos en inglés y me cuesta interpretarlos al español. El ambiente allá es muy competitivo, sobre todo en la zona donde yo estaba, Boston. Allí es difícil hacer amistades como estamos acostumbrados acá, en América Latina, y eso fue algo que me costó, donde extrañaba esa conexión interpersonal. Las costumbres son diferentes, algunas me gustan como la puntualidad, me acostumbré a salir temprano, hacer todo más temprano”, contó.
De Norteamérica a Europa
Esta destacada duraznense de alto vuelo no para y, luego de obtener el Doctorado en Economía en Estados Unidos, se tomó unos días para recargar las baterías en su querido Durazno y planificar su futuro en la Madre Patria.
“Voy a estar trabajando en Madrid, en la Universidad Pontificia Comillas como profesora de Economía. Estaré comenzando en setiembre, así que estoy contenta porque pienso que va a ser un lugar un poco más parecido a nosotros en la cultura, con mejor clima y mejor comida porque en Estados Unidos la comida uno la tolera, pero no la disfruta, así que estoy muy contenta por eso que se viene y por ahora voy a estar acá por Durazno”, expresó Oriana, una verdadera trotamundos, en una conjunción de una forma particular de ver la vida y en la búsqueda de mejores oportunidades.
“Yo ahora estuve aplicando en varios lugares en la búsqueda de trabajo, incluido Uruguay, pero me salieron oportunidades en el exterior y creo que tengo un sesgo personal de que me gusta estar afuera y experimentar nuevas culturas y aventuras, sabiendo que siempre puedo volver. Es cierto que Uruguay es un lindo país para vivir, da muy buena calidad de vida, pero las oportunidades son más acotadas”, indicó.
El apoyo de la familia
Indudablemente, cuando se está lejos, en un país con otra cultura y costumbres más frías que las nuestras, el contacto y el apoyo de la familia es fundamental para dar la contención necesaria y así enfrentar los momentos más difíciles, además de festejar los logros.
“Mi familia está muy contenta, por supuesto, y nada de esto sería posible sin el apoyo incondicional de la familia, de las amistades, que a la distancia siempre sostienen, y se disfruta como un logro colectivo porque si bien muchas veces yo estoy lejos y el doctorado te aísla, ellos siempre estuvieron ahí apoyando el 100 %, disfrutan conmigo y yo disfruto compartir todo esto con ellos”, dijo emocionada.
Esta experiencia hizo que Oriana autodescubriera su enorme capacidad de resiliencia, de tolerancia a la frustración, de superación de obstáculos, de aceptación de la crítica y de la constante búsqueda de la excelencia.
“Hay que tener presente que un proyecto importante y de largo plazo, en mi caso, la única forma que pude resolverlo fue todos los días un poquito, porque si piensas en el tamaño enorme del proyecto que estás haciendo, es abrumador, pero todos los días un poquito uno va avanzando y así se logran las cosas”, sentenció.
Como dijo el investigador y médico norteamericano Jonas Edward Salk: “La esperanza está en los sueños, en la imaginación y en el coraje de quienes se atreven a hacerlos realidad”. Sin dudas, Oriana ha sabido aplicar en toda su dimensión este pensamiento y es espejo en el que se reflejarán otros jóvenes duraznenses.