¿Cómo escribir, por dónde enfocar la nota? Realmente el caso Penadés tiene tantas aristas y es tan aberrante y deja al descubierto tanta porquería, que se hace difícil analizarlo fríamente.
El caso que involucra al ahora ex senador Gustavo Penadés es impactante por quien se trata, pero no es único ni aislado. Uruguay, la sociedad uruguaya, ha sido señalada como normalizadora de esta situación de abuso sexual con los menores de edad que viene desde el fondo de los tiempos. Ha pasado mucho tiempo para que se comience a sensibilizar sobre este hecho, pero falta mucho aún.
Penadés tiene prestigio social, poder económico, recursos legales, acceso a los medios de comunicación y una red de contactos que le dan una mano, hasta donde pueden y que no dudan en tratar de eludir la Justicia.
Del otro lado están las víctimas: pobres, débiles, sin dinero, con hambre literalmente, sin apoyo más que ellos mismos. El desbalance es notorio.
Cuando la cámara de Senadores aprobó el desafuero de Penadés se basó en el escrito elaborado por la fiscal de Delitos Sexuales de sexto turno Alicia Ghione, resumen de la carpeta investigativa del caso, y enviado al Poder Legislativo por la Suprema Corte de Justicia.
El contenido de los hechos relatados, que no son todos, porque desde ese momento la cantidad de víctimas que se acercaron a la fiscalía aumentó de nueve a once, conmovió a buena parte de la opinión pública y del propio Senado, y aunque el desafuero se votó por unanimidad, no la hubo al momento de valorar los hechos.
Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo. El senador de Cabildo Abierto Guillermo Domenech, argumentó en contra del desafuero, aunque votó a favor. Dijo que como institución la Fiscalía no le merece confianza y descalificó a la única víctima identificada públicamente, Romina Celeste y hasta llegó a insinuar motivaciones políticas detrás de las denuncias contra Penadés, sin explicar ni avanzar en las mismas.
Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo: el senador suplente de Juan Sartori, Juan Straneo abogaba en aquel momento por un “pacto de caballeros” o la senadora Carmen Asían que quería que todo fuera en sesión secreta.
Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo, la vicepresidenta de la República y presidenta del senado Beatriz Argimón, respaldó el trabajo de la fiscal Ghione, y lamentó la decisión de su partido de no llevar el caso del entonces legislador al comité de ética. “En determinadas situaciones los partidos políticos deben tener mensajes claros a la población”.
Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo, que todo se inicia por una denuncia realizada por la militante nacionalista Romina Celeste Papasso, quien afirmó que cuando tenía 13 años Penadés había abusado de ella. Tras esa denuncia vinieron otras.
Tuvo que ocurrir este episodio para que se hablara en voz alta del comportamiento de Penadés, que no es nuevo. Pregunto, ¿quién o quiénes hicieron la “gestión” para que desapareciera una denuncia, cuando en enero de 2014 un policía recién salido de la Escuela nacional de Policía acusó a Penadés de acosarlo sexualmente en plena rambla de Punta del Este. ¿Cuántas personas conocían sus actos o los sospechaban, pero callaron?, pregunto ahora.
Ahora se sabe que Penadés llegó hasta organizar un cuadro de fútbol infantil con claro intento de estar cerca de los menores y actuar en consecuencia, como un depredador.
El escrito de la fiscal da cuenta del estado de vulnerabilidad de los menores abusados. “Me llevó a un hotel y una vez allí me dio un juguito, se desnudó y me pidió que me desvistiera y que le mostrara los pies; me miraba y se masturbaba”. “Me pagó un dinero que para mí era un montón de plata, ya que estaba pasando una situación familiar difícil, lo primero que hice fue ir a un carrito y comprarme una hamburguesa”.
“En algunas ocasiones contactaba adolescentes que simplemente estaban jugando a la pelota en la calle, o iban caminando. En otras lo hacía en el Parque Batlle, algunos hechos ocurrían en Montevideo y otros en Maldonado, en la zona de Punta del Este”. En todos los casos, desde los más antiguos hasta los más recientes, de hace apenas un año atrás, los adolescentes tenían corta edad, en su mayoría 13 o 14 años, otros 15 o 16 años, detalló la fiscal del caso.
Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo. Según el escrito de la fiscal, uno de los chicos que estuvo con Penadés le advirtió que era menor, a lo que el exsenador respondió: “Si hay pelito, no es delito”.
El caso tiene además otro condimento, más grave: amenazas a víctimas y testigos. Ha quedado demostrado el uso del Estado para volcar o hacer caer la causa: el director del Comcar, Carlos Tarocco que depende directamente del ministro Luis Alberto Heber correligionario de la lista 71 de Penadés, se prestó, junto a otros dos policías, para realizar un trabajo de inteligencia con el fin de ayudarlo. A ellos se sumó una funcionaria de la Corte Electoral y miembros de la secretaría de Penadés.
El uso de los recursos del Estado en este caso no es nuevo. Ya desde el inicio Penadés usó todo su poder para frenar la denuncia. Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo, cuando convocó a los medios para hacer una declaración en la sala de prensa del Senado. Aquella imagen de Penadés sentado delante de un cartel con la ilustración del Palacio Legislativo y la palabra Parlamento del Uruguay fue muy fuerte, fue una muestra de poder.
Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo, que aquella imagen del poder se vio reforzada por el comportamiento del ministro del Interior Heber, quien no debió estar allí y no debió, como hizo, emitir opinión alguna. Heber actuó sin la ecuanimidad que se requiere para estos asuntos, actuó como en otros episodios que no voy a detallar aquí porque no viene al caso.
Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo que Heber dijo estar “con mucha indignación con el enchastre ( la denuncia de Papasso) pero no tenemos otra forma de digerir esto que no sea en la Justicia”.
Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo que el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, habló con Penadés y luego dijo ante los medios que le cree porque lo conocía desde hacía 30 años.
Recordemos, porque ahora es necesario hacerlo que Graciela Guido, miembro del Directorio del Partido Nacional, integrante del grupo de Mujeres Nacionalistas y fundadora de la Red de Mujeres Políticas del centro Josefa Oribe respaldó a Penadés y descalificó a la denunciante.
¿Y ahora?
Penadés quedó solo, ahora nadie lo respalda. Le soltaron la mano, ahora miran para otro lado. Nadie de su entorno vio nada, nunca supieron nada. La hipocresía se vistió con sus mejores galas y el mundo sigue girando.
Formalizado por 22 delitos
Gustavo Penadés fue formalizado por 22 delitos de retribución a la explotación sexual de menores de edad, así como cuatro delitos de abuso sexual especialmente agravado, tres delitos de abuso sexual agravados por un delito de violación, otro de desacato, corrupción de menores y atentado violento al pudor con prisión preventiva por 180 días.
También fue imputado el docente de Historia, Sebastián Mauvezín, quien pasará ese mismo tiempo en prisión, hasta que se realice el juicio. En su caso los delitos que se le computaron son siete de contribución a la explotación sexual de menores en régimen de reiteración real.
También se los embargó y se los inhabilitó para ejercer funciones públicas o privadas en el área educativa, de la salud y de todas aquellas que impliquen trato directo con niñas, niños y adolescentes, personas con discapacidad y personas mayores en situación de dependencia.
La expulsión de Penadés del Senado fue el tema que acaparó la agenda política del pasado jueves.
El Frente Amplio presentó una moción para que el Senado solicitara la renuncia del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, ante la participación del director del Comcar Carlos Tarocco, en una investigación para determinar la identidad de las víctimas y amedrentarlas.
Sin los votos del oficialismo la moción fracasó y lo mismo ocurrió en diputados.
La fiscal Alicia Ghione formalizó este jueves a Tarocco.