Al momento que esta nota se imprime en EL ACONTECER, la realidad nos indica que algún duraznense está pensando en suicidarse. Cuando el 17 de julio del año 2022 se hacía referencia al “Día Nacional para la prevención del suicidio”, la población del departamento de Durazno estaba integrado por 19 personas que este 17 de julio de 2023 ya no están.
Se trata del número de hombres y mujeres, 19, que eligieron el camino de quitarse la vida, de acuerdo con las cifras oficiales que difundió el Ministerio de Salud Pública (MSP).
Esta cifra, 19, que son otras tantas vidas de hombres y mujeres, el drama exponencial de 19 familias y grupos de amigos y relaciones humanas del departamento de Durazno, representa una tasa del 32,2 para nuestra región. Esa tasa se desarrolla cada 100 mil habitantes y posiciona a Durazno en la 4.ª ubicación nacional. Es decir, es uno de los 4 departamentos del país con mayor cantidad de autoeliminaciones.
Cada 17 de julio
El 17 de julio se conmemoró en Uruguay el “Día Nacional para la prevención del suicidio”, una fecha que busca concientizar y reflexionar sobre una problemática de gran impacto en el país.
Mientras en el mundo los suicidios disminuyen, en América siguen subiendo. Si bien los análisis internacionales caracterizan a Uruguay como “uno de los países más seguros y felices” de América Latina, la tasa de suicidios local dobla el promedio de la región.
Los estudios sobre las causas del suicidio han demostrado que se trata de un fenómeno multifactorial, en el que intervienen tanto aspectos estructurales y sociales como biológicos y personales.
“Para desarrollar acciones contundentes que logren evitarlo y reducir la tendencia y cifras actuales, se exige un abordaje integral, multidisciplinario e intersectorial”, se expresa desde el MSP.
Si bien el aumento sostenido viene desde los años 90, la siguiente información repasa lo sucedido desde 2010 hasta hoy.
Según los datos recopilados por el Departamento de Estadísticas Vitales del MSP, se evidencia una tendencia a la suba de la tasa de suicidios en Uruguay desde el año 2010 hasta la actualidad.

En 2010 la tasa de suicidio fue de 16,2 muertes cada 100.000 habitantes, en 2013 se redujo ligeramente a 16.1; sin embargo, en 2016 se observó un aumento significativo de fallecimientos: alcanzó un valor de 20.5/100.000 habitantes, cifra que se mantuvo similar en 2019 y 2020. En 2021, en plena pandemia, se registró un aumento que alcanzó un valor de 21.6, que continuó en 2022 y llegó a 23.2 muertes por suicidio cada 100.000 habitantes, esto es un total de 823 fallecimientos en el año.
En 2022, el porcentaje de defunciones por suicidio según sexo fue de 22.1 % en mujeres y 77.9 % en hombres, una relación que se mantiene en el tiempo, aunque los porcentajes varían cuando los datos se presentan segmentados por grupo etario.
El análisis de los datos en 2022 por franja etaria revela que la tasa más alta de suicidios (42.8) se encuentra en la población de 90 años y más, seguida por las personas de entre 75 y 79 años, con una tasa de 39.0, y en tercer lugar las de entre 60 y 64 años, con 32.4 muertes cada 100.000 habitantes.
Las cifras por franja etaria se reducen levemente en las edades adultas de entre 30 y 60 años y vuelven a aumentar en la franja que corresponde a la población de entre 25 y 29 años, con 31.6 muertes cada 100.000 habitantes.
En regiones
De los datos registrados por departamento en 2022, se observa que los que ostentan mayor incidencia de muertes por suicidios son Treinta Tres con 37.6, seguido por Lavalleja con 36.0 y Soriano con 33.5.
Después, en la cuarta ubicación, aparece Durazno con el 32,2.
Los departamentos con menor cantidad de suicidios en Uruguay son Florida con una tasa de 20.2, Canelones con 20.7 y Rivera 21.0. La capital del país cuenta con una tasa de 18.4.
Estrategia Nacional de Prevención del Suicidio
La Estrategia Nacional de Prevención del Suicidio (2021-2025), vigente en el marco de la Comisión Nacional Honoraria de Prevención del Suicidio, se centra en algunos pilares clave vinculados a la prevención y el tratamiento.
Mientras en el Parlamento se pidieron millones y millones de dólares al presupuesto nacional para dedicar a la salud mental, los pilares hablan de mejorar la atención de las personas con riesgo de suicidio y sus familiares; promover y fortalecer el abordaje intersectorial del tema; profundizar las acciones de sensibilización y educación en la comunidad; capacitar al personal técnico y no técnico para el abordaje de la prevención de suicidios; atender de forma oportuna los intentos de autoeliminación y sobrevivientes, y mejorar el sistema nacional de vigilancia, evaluación e investigación de alta calidad relacionado con la conducta suicida.

Lo que se pide
Centrado en estos pilares, recientemente fue presentado en la rendición de cuentas un plan integral sobre salud mental y adicciones. Se trata de una propuesta elaborada por un equipo de trabajo, convocado a instancias del presidente de la República, con un abordaje interinstitucional, que propone acciones coordinadas entre el MSP, el Ministerio de Desarrollo Social, la Junta Nacional de Drogas y la Administración de Servicios de Salud del Estado, que de aprobarse se efectivizaría a partir de 2024.
Según explicó la ministra de salud pública, Karina Rando, se dispondrá de un ticket sin costo para todos los integrantes del Sistema Nacional Integrado de Salud, que permitirá acceder a los medicamentos antidepresivos de uso común o más frecuente.
Para aquellos pacientes que hayan padecido un intento de autoeliminación, el Estado asegurará el pago de las dos terceras partes del copago necesario para financiar la psicoterapia que requieran a los prestadores de salud de donde sean afiliados.
Teniendo en cuenta que el 50 % de la población que ha sufrido un intento de autoeliminación son menores de 30 años, muchas de las acciones del plan están dirigidas a esta población, por ejemplo, el aumento de la edad de entre 25 y 30 años para poder incluirlos en tratamientos de psicoterapia. Con este plan ingresarán unos 200.000 usuarios más a este servicio.
El MSP implementará la inclusión de una consulta psicológica anual como parte del control de salud de los adolescentes entre los 15 y 19 años, con el objetivo de realizar una valoración eficaz del desarrollo psicoafectivo del adolescente que permita su abordaje o derivación oportuna.
Suicidio: Acciones al día
Sobre el trabajo que ya viene realizando el Ministerio de Salud Pública en prevención del suicidio, en 2022 se impulsaron desde la Dirección General de Coordinación los grupos departamentales de prevención del suicidio, con el objetivo de promover la Estrategia Nacional de Prevención del Suicidio en el interior del país, mediante acciones desarrolladas con las direcciones departamentales de Salud en territorio. Se trata de iniciativas focalizadas en las necesidades y particularidades de cada localidad.
A su vez, el año pasado, con apoyo del Banco Mundial, se desarrolló una capacitación para futuros capacitadores del primer nivel de atención, para dotarlos de herramientas, con el objetivo de optimizar cualquier oportunidad de contacto con adolescentes y sus referentes y evaluar dificultades de salud mental y, en especial, el riesgo suicida para inmediatamente derivarlos a un especialista. La capacitación en el primer nivel de atención comenzará en 2023 y tendrá alcance nacional.
Impacto en adolescentes
En la población adolescente, las cifras también revelan un aumento sostenido en los últimos años y marcan un significativo pico en pandemia y pospandemia. Los números absolutos revelan que de la población de adolescentes de entre 15 y 19 años, en 2019, fallecieron por esta causa 34 jóvenes; en 2020, 45; en 2021, 42, y en 2022 se volvió a registrar la cifra más alta, con 45 fallecimientos de adolescentes.
Se realizó un análisis de los certificados de defunción e historias clínicas de adolescentes entre 2018 y 2021. Se analizaron 149 certificados de defunción y 54 historias clínicas de adolescentes de entre 12 y 19 años.
Dicho estudio reveló que gran parte de los suicidios en adolescentes se vinculan al consumo problemático de sustancias.
En lo que refiere al no suicidio consumado, sino a los intentos de autoeliminación (IAE), el 50 % corresponde a personas menores de 29 años y la franja etaria con mayor registro es la de entre 15 y 19 años, con 18,6 % de un total de 539 personas.