Vivir como se piensa. A partir de que primero pensaste cómo vivir, de tal manera que puedas ser feliz. Una psicóloga y un maestro, nacidos en distintas provincias de Argentina, decidieron aplicar la frase del principio. Entonces, entendieron que para ser felices debían viajar, aprender, conocer, temer incluso, así son felices.
Y lo son a bordo de una camioneta Kombi del año 1988, apodada Dorita. Es la tercera parte vital de esta pareja, compuesta por Cristian y Ornela.
PERFIL EN FACEBOOK: https://www.facebook.com/Melastomoenkombi
Canal de Youtube: https://www.youtube.com/@melastomoenkombi
Su proyecto de viaje tiene nombre oficial, en redes sociales y en la vida tangible: “Me las tomo en Kombi”.
El viaje comenzó en La Patagonia (Argentina) hace más de un año. Desde hace cuatro meses nuestro mapa es su recorrido, así correspondieron varios días en Durazno, el anterior fin de semana en Sarandí Grande y hoy ya en Paso de los Toros.
Muestran todo su periplo a través de la plataforma YouTube, itinerario que debería concluir en Alaska, vaya uno a saber en qué momento de sus vidas. Por ahora, ayer, a la mañana, el camping 33 Orientales de la ciudad de Durazno era su lugar en el mundo.

Desde aquí
Ornela toma la palabra, del mismo modo que interactúa con nosotros a través de WhatsApp, mientras lidia con la rotura del cargador. “Entramos a Uruguay hace cuatro meses y anduvimos por toda la costa.
Río de la Plata y Océano, desde Dolores, Mercedes, Colonia, Atlántida, Montevideo, La Paloma, hasta el Chuy. Ahí renovamos nuestra estadía por tres meses más para poder recorrer el interior. Sucede que la mayoría de los viajeros extranjeros vienen y conocen la costa, pero nos recomendaban ir a varios lugares como la Quebrada de los Cuervos, Villa Serrana. Dijimos: ‘necesitamos más tiempo’, y ahí nos tomamos tres meses más.”
Cristian era maestro de Primaria en su lugar natal, Los Antiguos, muy cerca del sur del sur de nuestro continente. Ornela era psicóloga en la provincia de Buenos Aires, más al norte. El día que decidieron unir sus vidas los viajes estaban en la carpeta con agenda libre. Primero viajaron a destinos típicos, una vez al año, los 20 días de sus licencias.
Cuando aquello les pareció muy poco, largaron todo y se fueron en Kombi.
“Si bien para ingresar a Tierra del Fuego tuvimos que cruzar por Chile, no se considera que estuvimos en el país todavía. Por eso, Uruguay es parte de nuestro primer destino. La idea es volver a entrar a Argentina por Corrientes y Misiones, continuar a Brasil y Paraguay, ya con rumbo norte. Es un viaje que recién comienza.”

Cuando estamos establecidos en un lugar y vemos y conocemos estas experiencias, nace la envidia primero y luego la duda, sana y natural tanto una como la otra: ¿cómo hacen? ¿cómo se financian? ¿cómo es posible?

A las respuestas las brindan los viajantes a El Acontecer.
Dice Ornela, la más locuaz: “Es un proceso. Antes viajábamos de mochila. Cris es docente de Primaria y yo ejercía como psicóloga, vivíamos en un pueblito al sur, en La Patagonia. Siempre eran viajes durante enero, con la mochila, a algún país. Sentíamos la necesidad de buscar un vehículo y algo que nos permita viajar sin fechas de regreso, sin estar apurados, pudiendo recorrer todo. Sentíamos ganas de soltar las profesiones al menos un tiempo; a ambos nos pasaba lo mismo. Veíamos a mucha gente que lo hacía, quizás en otro momento es una locura, pero hoy en día las redes sociales nos muestran que nosotros también podemos”.
Dejaron la profesión y no hay grandes sumas de dinero detrás, no hay apoyos adicionales.
Cuenta Cristian: “Vendemos artesanías, todo lo que tenga que ver con pulseras. En Argentina vendíamos cuadros y mates pintados a mano, pipas, cosmética natural como shampoo, jabones, llaveritos, libretas, pegotines, stickers, fotos del viaje. Todo lo que podamos llevar en la Kombi y no ocupe lugar ni peso. Armamos la tienda desde la camioneta y vamos a plazas, puntos de confluencia de gente”.
Buenas respuestas
Reciben la buena energía de la gente, es un pago por la que ellos brindan. Las sonrisas, las manos solidarias, el afecto, están siempre presentes. Cada conversación es un aprendizaje y permite extraer frases tan sencillas como “hazte tiempo para ser feliz, para hacer las cosas que te hacen sentir bien”.
Con una filosofía de vida tan sencilla, recorren las rutas y los caminos en captura de atardeceres y amaneceres allí, donde les toque estar.
“Gente que se acerca siempre con buena energía; nunca hemos tenido episodios raros. En Uruguay es impresionante la cantidad de invitaciones en hogares que nos ofrecen duchas, baños, se nos acercan con alimentos, vienen a charlar y nos compran alguna cosa que vendemos, pero siempre la buena predisposición de la gente local, en Durazno, en cualquier rincón de Uruguay. La estadía en Uruguay es de lujo”, indica Cristian.
El proyecto de viaje se llama “Me las tomo en Kombi” y así se puede ubicar en Instagram, Facebook, Tik Tok y YouTube. Suscribiéndonos estamos acompañando el viaje tan significativo en esta Kombi, que representa “la libertad que nos da, el movimiento constante y también el hecho de vivir con la incertidumbre. Ahora estamos hablando en Durazno, mañana hablaremos con otra persona, en otro paisaje. Al principio daba miedo, pero luego es hermoso y te vas adaptando”, cuenta Cristian con su tonada fueguina a El Acontecer.
Mario toma fotos aquí y allá, porque todo en este viaje es imagen y fotografiable. Nosotros conversamos en la fría mañana del 19 de abril en el camping, con sus únicos ocupantes.
“La convivencia ya dura un año y sobrevivimos. Un año en la Kombi equivale a cinco, el desafío viajando es constante y adaptarse a los espacios es uno”, cuenta Ornela entre risas.
La pareja de argentinos también extrae conclusiones de nuestro país, de nuestra idiosincrasia. Es inevitable hablar de su país y la coyuntura que le rodea.
“Vemos que Argentina está muy mal y Uruguay está muy bien en muchos planos. Nos sentimos muy seguros durmiendo en la calle, hoy estamos en el camping de Durazno, pero pasamos el tiempo en una calle, en las plazas, más expuestos. Yo percibo que Uruguay todavía no está en instancias que quizás se encuentra hoy nuestro país, en cuanto a violencia e inseguridad. Quizás exista en las capitales. Nos alertaron de ello en Montevideo —donde la experiencia fue muy buena durante una semana—, nos decían de la inseguridad en sus calles, pero no la encontramos. Estamos en ciudades más pequeñas de Uruguay y allí se conserva una calidad de vida que allá ya no está. En los pueblitos del interior nos sentimos muy tranquilos. Ojalá que nunca se pierda. Es una maravilla encontrar pueblos tan cercanos apenas a 50 kilómetros, donde no hemos tenido sensación de peligro y no hemos visto la pobreza por delante de nuestros ojos”, dice Ornela y Cristian asienta, de acuerdo.
Ir por lugares
“Primero nos tomábamos cierta cantidad de días en tal lugar, pero luego fuimos soltándonos y aprendiendo a vivir el día a día, más que nada por la Kombi también, porque hoy está todo bien, pero mañana no sabemos qué puede pasar. Ella decide, no nosotros [risas]. Más que nada es vivir el día a día, no es tanto planificar.”
Cristian explica la génesis de un proyecto Argentina-Alaska que fue mutando positivamente con el correr de las semanas y estos primeros meses. “Es hasta que nos sintamos bien con el viaje, el proyecto como ambición es unir los extremos del continente, pero no hay tiempos para llegar. Pasó más de un año y estamos en Uruguay. No hay tiempos”, concluye Ornela.
Cuando se despiden, esperan un ejemplar físico de El Acontecer, “porque lo que es en papel nos permite guardar, tenerlo, mostrarlo en el futuro”, en detrimento de tanto recuerdo digital.
Y allá van, a lo desconocido, felices ellos, envidiosos nosotros de tanta libertad.
Pueblo a pueblo, episodio a episodio
Son mediáticos, aunque a Ornela le resulte mucho más fácil que a Cristian. La psicóloga habla más que el maestro.
Estrenan episodios en YouTube, chatean en vivo, editan sus grabaciones. Comentan y muestran lo que ven.
En abril estuvieron en Villa 25 de Agosto, al sur de Florida.
El “pueblo de los murales” fue atracción para la pareja y su Kombi durante algunas horas, y relataron así un adelanto de la experiencia.
“Así se lo conoce hoy en día a 25 de Agosto, gracias a la llegada de la artista francesa Leo Arti hace unos 13 años, quien eligió este pueblo para vivir. Ahora, uno podría preguntarse… ¿Cómo es que esta mujer llegó a este pueblo? ¿Y cómo inició esa transformación, donde pasó de ser un pueblo gris y apagado a convertirse en el pueblo colorido que encontramos hoy?
En nuestro último episodio de YouTube vas a poder conocer toda la historia, ya que la encontramos y conversó con nosotros. También te mostramos el recorrido por estos murales hermosos, un museo que no aparece en ninguna página de turismo y un lugar increíble para merendar si algún día vas a pasear a este bello pueblo.”
En la plataforma YouTube, un canal gratuito con 981 suscriptores, cientos de visualizaciones de sus videos —notablemente editados— y una forma muy particular de mostrar un recorrido que invitan a estar atentos ante cada estreno.
Una vida que perfectamente cabe en una serie, con inicio el 9 de febrero de 2022 y conclusiones en un futuro del cual nadie tiene la certeza.