El destacado y multifacético actor mexicano Lorenzo Mijares vuelve a la sala Rosina Sosa del Pequeño Teatro.
En esta oportunidad, se estará presentando en la noche de hoy y de mañana, a la hora 21:00.
Las entradas generales tienen un valor de $ 300, y para los socios del Pequeño Teatro, $ 250. Las reservas se pueden realizar a través de WhatsApp al celular 091 351 121.
Destacado actor
Lorenzo Mijares cuenta con una larga y destacada trayectoria artística, que comenzó desde muy joven en su país y que luego ha llevado por el mundo a más de cien teatros y espacios alternativos en distintos países como España, Italia, Rumanía, Argentina, Croacia, Rusia, entre otros.
Estudió teatro, actuación y dirección escénica en la Ciudad de México, donde inició su compañía de repertorio, el año 2000, con el estreno mundial de la obra Déjame que te mate para ver si te extraño de Juan Trigos, creador del Teatro Hemoficción, del cual Mijares se ha hecho un experto luego de 13 años de constante investigación. Actualmente tiene más de 100 representaciones de Teatro Hemoficción.
Desde hace unos cuantos años vive entre Uruguay y Argentina, desde donde continúa lanzando sus espectáculos a la región y otros países del mundo.
Humor en delirante cercanía a la realidad
Entre sus numerosas técnicas artísticas, Mijares es titiritero y ventrílocuo. Precisamente sumando este arte, llega a Durazno para presentar su obra Cabeza de perro con orejas de conejo, obra maestra de Teatro Hemoficción.
“El drama de una mujer sola que sufre de indefensión y de incapacidad para encarar la vida.
Se trata de un espectáculo de humor en delirante cercanía con la realidad. Terrorífico reflejo de rancios condicionamientos sociales, machismo milenario que estremece, consignas de género ancestrales que confunden y enferman, herencia dolorosa y asfixiante”, expresa su autor.
Reseña de la obra
Soledad, miedo, amargura, envidia, vacío, impotencia, parálisis, sed de venganza, son algunas de las emociones que protagonizan la vida de Alicia, mujer sola, cegada por un odio tal que la mueve al acto criminal.
Sacrifica a la mascota de sus vecinos por privarles de afecto y diversión, vengando de modo torcido el abandono de su marido, a través del apuñalamiento del perro de los niños.
En el sacrificio del inocente encuentra empatía con su víctima. Alicia busca compañía.