Ariel Ferrari, representante de los pasivos en el Directorio del Banco de Previsión Social (BPS), llega hoy a Durazno. De paso hacia Rivera, proveniente de Montevideo, Ferrari hará una parada de diálogo con sus pares de la Asociación de Jubilados del departamento, en la capital departamental.
Consultado desde El Acontecer al respecto del tenor de esta gira y visita local, expresó: “Después que se realiza nuestra principal responsabilidad del Directorio, los miércoles, a la mañana, salimos a recorrer el país y en particular las visitas a las asociaciones porque la gestión del BPS necesita sin dudas el escuchar y ver cómo se llega, tener un ida y vuelta con los problemas de la gente.
El jueves [mañana] hay una reunión regional norte en Rivera, empieza a las 9 horas. Rumbo por ruta 5 pasamos por Durazno este miércoles [hoy], donde hay una fuerte asociación de jubilados; están con obras, ampliaciones y modificaciones, que hacen mejor todo lo bueno que tiene la asociación y hace a la mejor calidad de vida de la gente. El integrarse, compartir las actividades sociales y demás, cuando hoy se discute el mayor envejecimiento de nuestra población, debemos ver cuál es la mejor calidad de vida que se tiene, y el no quedarse solo y estar integrado se encuentra mucho en los clubes de abuelos y asociaciones de jubilados. Por eso estaremos en Durazno en esta jornada”.
Temas locales y generales
Aspectos locales, más allá de los temas nacionales, se plantean a menudo. Cuestiones que puedan ser netamente locales como necesidad de viviendas u otras coyunturas son parte del diálogo de Ferrari, el representante de la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu), con los jubilados y pensionistas de Durazno y del país.
“Es cierto que la gente plantea teniendo en cuenta su experiencia propia, pero hay temas que se repiten como vivienda, ingresos, monto de las pasividades.
En lo que hace a vivienda, si bien hemos entregado más de 150, todas son licitaciones que se habían empezado en la administración anterior. Las que corresponden a los programas habitacionales del BPS aún no se ha visitado ninguna. Dado que estamos en la mitad de la administración, hay que hacer un esfuerzo grande para llegar a las 600 unidades. Para reocupar una casa tiene que estar en condiciones, y ese proceso también es lento.
Por otro lado, producto de las razones que sean —fallecimiento, no autoválida la persona— quedan viviendas vacías que deben tener puesta a punto previo a entregar a otro beneficiario. En diciembre terminamos un llamado a licitaciones para que distintas empresas tomen esas viviendas y las acondicionen. Hay más de 150 dispersas por el país. La necesidad de la gente es urgente. La respuesta se quiere y merece la gente tenerla al momento”, señaló el director del BPS.
Ferrari responde telefónicamente a El Acontecer sobre sus críticas con los gobiernos de turno. ¿Cuándo vivió mejor el jubilado?, ¿con qué administración?, le consultamos.
Responde: “Creo que la historia de lucha de los jubilados por mejor condiciones de vida es histórica. La fundación de Onajpu en 1992, cuando reivindicaban unos años antes con una reforma constitucional en el 89, que la suerte de los jubilados estuviera atada a la suerte de los trabajadores de hoy, cada vez que hay aumento, se debe mirar cuánto aumenta la jubilación, ha pasado por distintos períodos. Del 92 hasta el 2005 no hubo negociación colectiva; por tanto, una caída fuerte de las jubilaciones y pensiones que se empezó en forma insuficiente con la convocatoria en 2004 de los consejos de salarios a la fecha ha permitido mejoras. Desde hace 3 años el resultado de los consejos de salarios fue con pérdidas, primero con la excusa de la pandemia, pero igual la economía creció y no se vio reflejado en los más débiles.
Es una lucha permanente por la mejora de nuestras condiciones de vida. Tuvimos desde 2005 hasta 2019 siempre los ajustes de pasividades por encima de la inflación. Estamos sumergidos en poco más de 17 mil pesos la jubilación mínima. Si no hubiera habido aumentos diferenciales como hubo en cada ajuste, hasta 2019, porque en el 21 hubo $ 243 que se quitaron a fin de año y en 2022 no hubo aumento diferencial, hubo un 3 % porque dijo el presidente que se disparó la inflación y a fin de año lo quitó. Hoy seguimos teniendo una capacidad de compra inferior a la que teníamos en 2019. Y sí es cierto que se va a volver a tener esa capacidad al final de esta administración, si no hay una medida extraordinaria para jubilados y pensionistas, nosotros no la vamos a ver hasta 2026. Cada vez que se ven los ajustes es lo que pasó con el sueldo producto de una reforma en el año anterior. Entonces, hasta febrero de 2025 van a tener una capacidad los trabajadores; nosotros recién en enero del 26, si no hay una medida extraordinaria”.
Reforma en curso
La reforma de la seguridad social está en curso, lo que significa discusión. Blanco de muchas críticas desde gremios de trabajadores, además de los activos se vive la crítica de los pasivos.
Ferrari, como representante de un amplio sector de la sociedad, lo explica en el entendido de “que somos parte de una sociedad, tenemos hijos y nietos, y cuando a veces se dice que no es para ustedes, está claro que nuestras jubilaciones no se van a modificar, pero además vivimos en pareja y, cuando fallece uno, el cambio que va a tener la pensión de viudez y la afectación en las mujeres es muy fuerte, y esas cosas nos preocupan. Esos cambios no son para futuras generaciones, es para el mes siguiente de haberse aprobado la ley y entrado en vigencia. O lo que pasa con algunas cosas que no están en el proyecto de ley.
Se habla que envejecemos, ¿cuáles son las políticas de Estado? Ninguna. ¿Cuál es la calidad de vida del adulto mayor cuando vamos perdiendo autonomía y precisamos de cuidados? No están previstos. Lo mismo pasa con pensiones por invalidez o jubilaciones por incapacidad, se mantiene la misma rigidez y no se analiza. Por ejemplo, alguien que tenga 65 % de discapacidad no se le da nada porque no llega al 66 %; habría que ser flexible. Se pierden montos y ayudas y atenciones que el BPS hace en salud.
Nuestra crítica no es solo por lo que nos afecta a nosotros, sino por lo que no contiene este proyecto”.
Por último aludió a su disconformidad con la rebaja del IASS, recientemente planteada por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou. “Estamos en desacuerdo que a jubilaciones medias se le rebaje el IASS; es contradictorio”, señaló.
“Se discute una reforma porque los recursos no alcanzan y hay que tomar medidas. Entonces, se posterga la edad jubilatoria. Se va a cobrar menos de jubilación, pero al mismo momento hay un proyecto de ley para rebajar el IASS. Treinta millones de dólares será la rebaja a esa gente, bienvenida, pero son impuestos que financian la seguridad social. Entonces, será rentas generales o recortes, y por eso el BPS es deficitario. Una medida que compartimos, pero debería ir acompañando a los más de 200 mil que ganan menos de 20 mil pesos y no les alcanza”, añadió.