Con la llegada del último mes del año, cuando se percibe un importante aumento de la temperatura ambiente, muchos duraznenses y visitantes eligen las costas del río Yí para enfrentar el calor y buscar un poco de sosiego en la sombra que el monte nativo nos regala.
Lamentablemente, no todas las personas desarrollan una conducta amigable con el ambiente —no cuidan lo que nos pertenece a todos—, los recursos son finitos y las malas acciones provocan un drástico cambio en el paisaje.

Más allá de las campañas educativas que se puedan realizar y la difusión de las disposiciones legales que establecen sanciones para aquellos casos en los que se constate la proliferación de basurales, a pesar del esfuerzo que los funcionarios de limpieza y recolección de la comuna realizan a diario, tener una ciudad limpia y disfrutar de los espacios públicos sin tener que toparnos a cada paso con pañales desechables, envases de plástico, latas, botellas de vidrio, bolsas, papeles, entre otros, depende de la acción responsable de cada uno de los ciudadanos.
Actualmente, las únicas playas habilitadas con servicio de guardavidas son El Sauzal y Puente Nuevo, sitios a los que cada jornada, y especialmente los fines de semana, concurre mucha gente. También se ha constatado la presencia de decenas de bañistas en las playas del Puente Viejo, Puerto de los Barriles, Balneario Independencia y lo que va quedando de Rebollo.

En las dos habilitadas, más allá de la polémica generada por la calidad de la arena existente —situación que se informó tiende a mejorar con la colocación de arena más fina—, la limpieza de estas es óptima.
Distinto es el panorama de la ubicada en las inmediaciones del puente Ing. Federico Capurro, donde el fin de semana pasado se pudo observar un importante número de personas disfrutando de ese hermoso lugar, aunque, al retirarse, el escenario era desolador, porque los desechos se contaban por cientos.
Se trata de una conducta verdaderamente inentendible dado que cuesta creer que esas personas lleven a cabo acciones como tirar pañales usados y otros desechos en el suelo en sus casas, por lo que nos preguntamos: ¿por qué en las playas sí?
La normativa vigente
Existen normas y decretos, tanto nacionales como departamentales, que definen las acciones a ser tomadas ante este tipo de situaciones.
Por ejemplo, el artículo 7 de la Constitución de la República establece que todas las personas tienen derecho a expresarse y comportarse libremente en los espacios públicos, pero deben mantener esos espacios en condiciones adecuadas para la convivencia. “Deber de utilizar adecuadamente los espacios públicos: Todas las personas tienen la obligación de utilizar correctamente los espacios públicos, así como sus servicios e instalaciones de acuerdo con su naturaleza, destino y finalidad, respetando en todo momento el derecho del prójimo a su uso y disfrute”, se expresa.
La ley 19.120, también conocida como Ley de Faltas, indica lo siguiente: “será castigado con pena de 7 (siete) a 30 (treinta) días de prestación de trabajo comunitario: el que arrojare o esparcir basura en la vía pública o en lugares inapropiados o no destinados a esos efectos específicos”.
A nivel departamental, el decreto 2381, de fecha 30 de mayo de 2001, determina: “queda prohibido a toda persona arrojar o depositar basuras o desperdicios de cualquier naturaleza en terrenos baldíos, públicos o privados y vía pública en las zonas urbanas y suburbanas de las ciudades, pueblo o villas del departamento de Durazno. Las violaciones a lo dispuesto en el artículo primero, serán penadas con multas en efectivo equivalentes de 2 a 10 U.R., de acuerdo a la gravedad de la infracción constatada”.
El otro decreto departamental, número 2363, del año 2016, en el artículo 128, expresa: “sanciónese a toda persona que arrojare basura o depositare la misma o desperdicios de cualquier naturaleza, en terrenos baldíos públicos o privados o en la vía pública, en las zonas urbanas y suburbanas, aplicándose una multa de 2 a 10 U.R., de acuerdo a la gravedad de la infracción constatada”.
Entonces, acciones como la señalada en la costa del Yí pueden ser penadas por la Ley de Faltas, con trabajo comunitario (de entre 7 y 30 días) y una sanción económica, que al valor de hoy de la UR (Unidad Reajustable) puede oscilar entre $ 2997 y $ 14.986.
Deberes y responsabilidades
Si bien cada gobierno departamental tiene una serie de responsabilidades que atender, entre estas la limpieza de las ciudades, también es importante apuntar a la responsabilidad ciudadana.
En el caso puntual de la playa del Puente Viejo, la responsabilidad es compartida ya que si bien no es una playa habilitada por la Intendencia de Durazno para baños recreativos, al no contar con servicio de guardavidas, se trata de un espacio de paseo público, en el cual no estaría de más colocar recipientes para que allí se depositen los residuos que se generan.
Sin embargo, la inexistencia de dichos contenedores no habilita a los ciudadanos a arrojar los desperdicios a diestra y siniestra por el lugar. Lo más lógico y civilizado sería juntarlos en una bolsa y, al retirarse del lugar, depositarlos en un contenedor de regreso a casa
Si cada uno de nosotros, como integrantes de nuestra sociedad, hiciera un pequeño aporte con acciones sencillas para ser un buen vecino, eso sería un gran avance, porque hay que pensar más en el otro que en uno mismo, en que puedo estar equivocándome y afectando a los demás; en definitiva, tener una mayor empatía dado que a la sociedad la construimos entre todos.
Sentido común
Hay que aplicar sentido común, que a veces es el menos común de los sentidos.
Si va a la playa solo, en familia o con amigos, disfrute con responsabilidad, deposite los desechos en los recipientes y, si no, los guarda en una bolsa y los coloca en el contenedor de su barrio.
Se trata de una simple acción, que permitirá mantener limpia y sana a la gran casa que todos tenemos, que es la naturaleza, el ambiente que nos rodea. La generación a la que usted pertenece y las que vendrán se lo agradecerán.