Lo ganaba Central 1 a 0, con gol de Stiven Sosa a los 22′ del primer tiempo. En el complemento, primero Jairo Zapata y luego Diego Seoane, le dieron la victoria a Wanderers.
Wanderers le ganó 2 a 1 a Central, en el juego que cerró el doble turno de ayer domingo en el estadio Silvestre Octavio Landoni (SOL).
Fue una victoria justa y merecida. A lo largo de los 90′ de juego, como equipo y colectivamente, los dirigidos por José Luis Blanco fueron superiores.
Tal vez, el pecado bohemio, fue el no saber resolver las múltiples opciones de gol que generó, sobre todo, en el primer tiempo, tramo en el que se fue en desventaja, por el tanto aislado de Stiven Sosa.
El extremo izquierdo, se internó por el segundo palo y bajó notablemente un centro desde la derecha, enganche y disparo, para anotar el tanto de apertura.
Antes, Wanderers desaprovechó tres ocasiones claras de gol; entre Lucas Álvarez, Diego Seoane y Felipe Moraes, dejaron pasar claras oportunidades como para abrir el marcador.
Dinámico, veloz, con transiciones rápidas de mitad de cancha en adelante, el bohemio le generaba enormes problemas a la zaga tortera, que, por los laterales, no paraba a nadie. Ni Robert Acosta, ni Luis Ayala se mostraron firmes en la marca y no tuvieron el apoyo necesario de los volantes.
Central fue un equipo lento y anunciado, un cúmulo de individualidades, sin funcionar como equipo, con serios problemas en el medio, con un Martín Ferrán muy solo, que se vio superado por Germán Castelvi y Felipe Moraes.
Wanderers fue un equipo “fresco”, con movilidad y cambio de ritmo, con variantes y un colectivo bien “aceitado”, llegando por las bandas y por el medio, con un Seoane exuberante.
El gran pecado bohemio estuvo nuevamente en la definición, marrando situaciones de gol increíbles. En otras ocasiones, se encontró con una buena respuesta del arquero Matías González.
Recién en el complemento, el equipo de Blanco logró romper el cero y fue a través de un remate de 30 metros de Jairo Zapata, que encontró la complicidad del cuida vallas González, que calculó mal y la guinda se terminó metiendo contra el arco que da a la ciudad.
Central, con la pelota, no daba tres pases seguidos y le costaba una enormidad arrimarse contra el arco de un seguro Rodrigo Santellán.
A falta de 10′ para el final, Diego Seoane, la figura del partido, colocó el 2 a 1, luego de un buen centro de Ramón Bolognini, otro de gran partido.
Gran victoria del joven elenco de Wanderers, que superó a un rival plagado de “estrellas”, con muchos nombres y poco juego.