La violencia escolar volvió a sacudir a la comunidad educativa de Durazno.
Una docente de la Escuela Nº 96 de Las Higueras fue agredida físicamente por un niño de seis años, en un hecho que generó conmoción y reabrió el debate sobre la convivencia y la seguridad en los centros de enseñanza.
Reacción inmediata del gremio
La Asociación de Maestros de Durazno (AMAD) emitió un comunicado el mismo miércoles, al conocerse la noticia:
“Repudiamos enérgicamente la violencia contra las docentes y reafirmamos que la escuela debe ser un espacio seguro y respetuoso para todos. Exigimos medidas efectivas que protejan la integridad física y psicológica de docentes y estudiantes”, señala el texto.
El gremio expresó su solidaridad con el colectivo docente de la escuela y abrazó a las maestras afectadas, concluyendo con un mensaje contundente:
“¡No más violencia en las escuelas!”.
Un hecho que duele
Según las primeras versiones, el episodio se desencadenó cuando el niño no pudo acceder a una tablet, reaccionando con una crisis de enojo que derivó en agresiones físicas hacia la directora y una maestra.
De inmediato, se activaron protocolos internos y se inició una serie de talleres con padres, madres y alumnos, buscando generar espacios de reflexión sobre los hechos y fortalecer el acompañamiento emocional dentro del centro educativo.
“No alcanza con lamentarse”
Desde el gremio docente se insiste en la necesidad de acciones concretas para prevenir y abordar este tipo de situaciones:
“No alcanza con lamentarse. Las escuelas necesitan apoyo, recursos y acompañamiento. La violencia no puede naturalizarse ni quedar sin respuesta institucional.”
Hasta el momento, no se conocieron medidas específicas respecto al menor involucrado ni pronunciamientos de las autoridades centrales.
🟣 Reflexión final
El caso de la Escuela 96 no solo expone la fragilidad emocional que atraviesan algunos niños, sino también el desgaste que sufren los equipos docentes, muchas veces sin herramientas suficientes para responder ante episodios de violencia.
La consigna de AMAD resume el sentir de toda una comunidad educativa:
“Queremos enseñar sin miedo. Queremos escuelas donde se respete, se escuche y se cuide.”

















