Después de más de una década sin compañía aérea nacional, Uruguay recuperará su aerolínea de bandera con el lanzamiento de la Sociedad Uruguaya de Aviación (SUA), que prevé iniciar operaciones en el primer semestre de 2026.
La Junta Aeronáutica aprobó su plan de rutas, que pondrá foco en la conectividad regional, especialmente con Argentina y Brasil, los mercados más estratégicos para el país.
En el caso de Argentina, el esquema incluye hasta nueve vuelos diarios entre Montevideo y Aeroparque, así como servicios a Córdoba, Mendoza y Rosario. En temporada de verano se sumará la ruta Punta del Este – Aeroparque.
En Brasil, SUA tendrá presencia en San Pablo, Brasília, Curitiba, Florianópolis, Foz do Iguaçu, Porto Alegre, Recife y Salvador. Además, la propuesta regional contempla vuelos a Santiago de Chile y Asunción.
Para su flota, SUA cerró un acuerdo con la aerolínea letona airBaltic para incorporar aviones Airbus A220-300, un modelo moderno, eficiente y adaptable a vuelos de corto y mediano alcance.
Su director Antonio Rama es uruguayo y reside en Doha
El empresario Antonio Rama que reside en Doha es el director del emprendimiento, él es un piloto e instructor de vuelo, nacido en Uruguay, que trabaja hoy para Qatar Airways donde opera aviones Boeing B-777 y, de hecho, desde 2012, reside directamente en el Golfo Pérsico.
Rama creó SUA, Sociedad Uruguaya de Aviación, que ya ha sido presentada en sociedad en el 2024 y que tendrá seis aviones Airbus 220, con los que volará desde el aeropuerto de Montevideo a los destinos cercanos en la región, como Buenos Aires, Porto Alegre y varias ciudades del interior de Argentina.
El dinero del proyecto viene de Arabia Saudita. Fuentes cercanas a la compañía sugieren la posibilidad de que la nueva aerolínea pudiera establecer rutas interiores en el país, dado que se han habilitado varios aeropuertos comerciales que carecen de servicios comerciales.
La compañía de Rama pretende incorporar los seis aviones en un plazo de dieciocho meses y llegar a los diez en tres años, creando 300 puestos de trabajo. La compañía quiere convertirse en un centro de mantenimiento regional de aviones de este modelo en Latinoamérica, donde no hay ningún otro, aunque también es verdad que en todo el continente nadie posee un A220.











