En una iniciativa que une creatividad, solidaridad y encuentro entre generaciones, el taller de crochet del Centro de Integración Barrial (CIB) Santa Bernardina comenzó a tejer “pulpitos de lana” destinados a los niños más pequeños de la Escuela Nº 11 de la localidad.
El proyecto surge a partir de una donación de 30 ovillos de lana realizada por el propio CIB al grupo de tejedoras, compuesto en su mayoría por adultos mayores que cada semana se reúnen para compartir técnicas, historias y afecto.
Pequeños gestos, grandes valores
Los simpáticos pulpitos de lana no solo representan un regalo para los escolares, sino también un gesto simbólico de cuidado y cercanía, en un contexto donde las iniciativas comunitarias cobran un valor especial.
Desde el CIB destacaron el compromiso del grupo y la importancia de promover estas propuestas, que no solo fomentan la creatividad y el trabajo colectivo, sino que refuerzan los lazos entre generaciones, en un mismo barrio.











