La secretaria general de la Intendencia de Durazno, Ana Laura Gadea, afirmó que la prioridad de la actual administración es que el presupuesto quinquenal esté aprobado y en funcionamiento en el primer trimestre de 2026. Para ello, indicó que se trabaja con las distintas direcciones para cerrar su elaboración antes de fin de año.
“El objetivo es definirlo antes de fin de año, abordarlo en la Junta y que luego pase por el Tribunal de Cuentas para que quede operativo en febrero”, señaló.
Uno de los principales ejes será la caminería rural, bajo la coordinación del ingeniero Carlos González, quien cuenta con experiencia en el Ministerio de Transporte. Se busca adquirir maquinaria adecuada y asignarla de manera más eficiente en el territorio.
Además, se prepara un plan de refinanciación de adeudos que será presentado ante la Junta Departamental.
Observaciones en el territorio
Durante el período de transición, Gadea señaló que observaron disparidades en la gestión de los distintos territorios. En algunos puntos del interior, se destacó la prolijidad general; en otros, aparecieron señales de dejadez.
Consultada por la situación del municipio de Sarandí del Yí, donde el alcalde Mario Pereyra denunció mala administración anterior, Gadea sostuvo que se trata de decisiones colectivas del Concejo y que ahora corresponde mirar hacia adelante.
“Hoy lo importante es qué quiere hacer él en este nuevo período”, afirmó.
Finanzas y funcionamiento
Respecto al estado financiero de la comuna, Gadea aclaró que se recibieron recursos suficientes para cubrir dos meses de salarios. El superávit existente estaba en gran parte comprometido para obras ya adjudicadas o en ejecución.
“La Intendencia se entregó equilibrada, con compromisos asumidos. No podemos decir que está mal”, valoró.
En materia ambiental, anunció que se está por firmar el contrato para el nuevo relleno sanitario, que estaría operativo en un año y medio, cerca de Ombúes de Oribe.
Reorganización y servicios
La recolección de residuos es uno de los temas en planificación. La directora de Servicios, Inés Colina, evalúa modificaciones horarias para evitar congestionamientos en la ciudad. También se reactivaron equipos como la chupadora de hojas, y se proyecta capacitar a los funcionarios para tareas específicas, como la operación del camión lava contenedores.
Gadea explicó que se renovaron unos 70 contratos y se incorporaron aproximadamente 50 personas, en su mayoría provenientes de la Fundación A Ganar. La diferencia neta sería de unas 10 a 15 personas.
“Los contratos firmados son por tres meses, para evaluar condiciones y desempeño. En algunas áreas, como Servicios y los centros barriales, ya vimos que hace falta reforzar”, indicó.
Continuidad de talleres y actividades
Uno de los logros más valorados por la nueva administración fue mantener los talleres y cursos en los centros barriales. Gadea explicó que al asumir se encontraron con varios docentes que habían decidido retirarse, por lo que se actuó rápidamente para asegurar la continuidad de las clases sin cambiar horarios ni disciplinas.
“Se nota una dinámica diferente, aunque seguimos reorganizando. Para el próximo año lectivo aspiramos a una etapa óptima”, aseguró.
Transición intensa
Gadea calificó las primeras dos semanas de gestión como “agitadas”, con trámites administrativos clave y múltiples reuniones.
“Han sido largas jornadas. No hubo 18 de julio ni sábados, pero estamos contentos porque el equipo está trabajando”, destacó.
Reconoció algunos inconvenientes en el pago de sueldos, debido a ceses, liquidaciones y ajustes. Se generará una planilla complementaria en los próximos días para regularizar diferencias.











